El verdadero Padrino
El crítico Ángel Comas revela los detalles de la vida y obra de Francis Ford Coppola
Actualizado: GuardarDescendiente de italianos y miembro de un gran clan que se ha extendido como la espuma en el mundillo del cine , su saga de El Padrino es para Francis Ford Coppola algo más que un éxito profesional, ya que incluso considera que, de alguna manera, él mismo se ha «convertido en un Michael Corleone». Así lo recoge el historiador y crítico cinematográfico Ángel Comas en Coppola (T&B), un libro en el que el escritor barcelonés recorre todos los resquicios de la carrera del cineasta y desvela los innumerables detalles biográficos que destapan sus películas.
«No exageran quienes consideran a Francis como un auténtico Padrino, aunque sea en la acepción positiva de la palabra», dice Comas, porque al igual que el jefe de la mafia italiana sus brazos saltan del cine al ámbito empresarial, donde se ha convertido en un hombre poderoso. Sus negocios van desde el vino -produce varias marcas desde que en 1975 compró 49 hectáreas de viñedo en el valle de Napa-, hasta la comida -comercializa salsas y pastas típicamente napolitanas bajo una marca en recuerdo de su madre-, pasando por el tabaco -con una línea de puros bautizados con el nombre de su padre, Carmine- o diversos negocios hosteleros.
Un seguro de vida
Escaldado del fiasco económico que sufrió a principios de los 80 tras producir alguno de sus filmes como La corazonada y que le dejó en la ruina, Coppola ingresa ahora sus beneficios en una fundación que, según ha reconocido el realizador italo-estadounidense, «supone un seguro de vida para mi familia, para que no les afecte el que vuelva a meter la pata». Una muestra del espíritu patriarca que le ha llevado a ocupar a todos los miembros de su clan en algunas de sus películas más célebres.
Su hermana Talia Shire, por ejemplo, integró el reparto de la primera entrega de la familia Corleone, junto a su esposa Eleonor y sus hijos Roman y Giancarlo, quienes participaron en una escena en la que precisamente bautizaban a Sofía, la menor de los Coppola y a quien también recomendó el director como sustituta de Winona Ryder en El Padrino III, y dio la oportunidad de participar en el vestuario, el guión y los títulos de crédito de Vida sin Zoe.
No en vano, le debe mucho a sus raíces, pues fue su abuelo -propietario de algunos locales cinematográficos y una empresa importadora de películas italianas- quien le inyectó el gusanillo del cine cuando a los 12 años le regaló una grabadora y un proyector de 16 mm para que se entretuviera durante la convalecencia de la poliomelitis que le tuvo en cama durante más de un año.