Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
ANÁLISIS. Gracia destaca el alto índice de consenso que ha logrado el PSOE en la legislatura. / A.M.
MANUEL GRACIA NAVARRO PORTAVOZ DEL GRUPO SOCIALISTA EN EL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA

«El secreto del PSOE es que nunca le ha faltado el respeto a los andaluces»

«Nuestra Comunidad es la única autónomía que está construyendo una línea de alta velocidad ferroviaria con sus propios recursos»

ANTONIO MONTILLA
Actualizado:

En su recetario político destacan la mesura y la constancia. Lleva en la política andaluza desde 1982 -antes fue diputado en las Cortes Generales-, pero su trayectoria política no ha logrado borrar su huella académica. Y eso se nota en sus intervenciones desde la tribuna del Parlamento. Considera que esta no sólo ha sido la legislatura del Estatuto, sino la del salto cualitativo en aspectos sociales claves como la educación o la lucha contra la violencia de género.



¿En Andalucía, no se ha producido una legislatura tan crispada como la que se ha vivido en el Congreso y en el Senado?

Afortunadamente, no. La legislatura ha sido bastante más serena y tranquila. Aunque el PP ha intentado trasladar aquí la dialéctica que tenía planteada en las cortes con temas muy emocionales como la patria, la unidad de España y otras. Pero los andaluces no perciben estos temas como problema, no sé si en Madrid lo percibirán; y en segundo lugar porque la gente en Andalucía en general somos personas con mayor conciencia de la convivencia y respeto a las posiciones de los demás, tal vez por el poso histórico de todos los pueblos que han habitado nuestras tierras. Es difícil que cuaje una estrategia de la crispación por la crispación.

¿Usted cree que en Parlamento catalán se habla tanto de Andalucía como en el Parlamento andaluz se habla de Cataluña?

Creo que no, la verdad. No me imagino a los portavoces de los grupos catalanes analizando unas declaraciones mías o de Esperanza Oña. Es absurdo. Pero en el fondo de esto hay una cierta actitud de complejo de inferioridad, es decir, quienes para hacer política en Andalucía tienen que acudir sistemáticamente a la comparación con Cataluña y a traer a nuestro Parlamento los debates que se hacen en Cataluña es, a mi juicio, porque menosprecian a la Andalucía de hoy, a la Andalucía real. Hoy en Andalucía, y no estoy haciendo un discurso papanatista para nada, en términos objetivos, de la misma manera que en Europa la Italia de hoy no significa en el conjunto de Europa hace 25 años, cuando era una de las principales potencias, la Andalucía de hoy no tiene que envidiar nada a Cataluña por ejemplo, en materia sanitaria, donde las superamos en muchos parámetros; lo mismo pasa en obras públicas con AVE ya en dos capitales.

Una pregunta dirigida más al Manuel Gracia académico que al político. ¿Cómo definiría el tono con el que se han expresado sus señorías en la tribuna del Parlamento?

A mí no me ha gustado. En ocasiones caemos en un lenguaje excesivamente encorsetado, rígido y solemne. No estamos en los tiempos de la gran oratoria, estilo Castelar o en la de las Cortes Constituyentes; estamos en otro tiempo donde el lenguaje debería ser más cotidiano pero, a la vez, más rico en los matices, porque se tiende mucho a los brochazos gruesos, a la interpretación de discursos muy preestablecidos, muy de manual del argumentario que cada partido le pasa a los diputados. Yo comprendo que vivimos en una sociedad muy mediática y que el 'marketing' es una herramienta más del político, pero a veces le prestamos demasiada atención al 'marketing' y deberíamos ponerle más corazón, más calidez y cercanía. Y hay veces que hacemos debates muy superestructurados, muy alejados de la gente. Yo he tenido la obsesión de echar el balón al suelo con iniciativas populares. A los forofos de cada partido político le gusta que le demos caña al otro, pero a la gente común y corriente, a la que no está metida en la vida partidaria, creo que le interesan más el lenguaje y las intervenciones constructivas.

El Grupo Parlamentario Socialista lleva 25 años sosteniendo al Gobierno de la Junta de Andalucía. ¿Cuál es la receta para no caer en la tentación de poner el piloto automático?

El PSOE tiene puesto el oído a la preocupación de la gente. Nosotros no podemos hacer política desde los despachos, tenemos que estar en contacto permanente con los ciudadanos y con las ciudadanas. La receta del PSOE es que siempre ha sido y será un partido permeable a la ciudadanía.Nosotros tenemos un marco de referencia muy claro como partido socialdemócrata y eso no va a pasar de moda nunca, porque la sociedad en la que vivimos sigue siendo injusta, y mientras haya desigualdad económica, cultural o social tendrán que desarrollarse políticas socialistas. Si el PSOE sigue siendo un gran partido es porque hay un gran pueblo en Andalucía y nosotros somos sangre, cabello y piel de ese pueblo. No somos distintos ni nos hemos separado de ese pueblo. Y esto es lo que nos asegura ser una organización política muy arraigada. Nosotros hemos sido el gran partido de Andalucía porque hemos logrado conectar con los sentimientos y las inquietudes de la gran mayoría de nuestro pueblo y porque no le hemos faltado nunca el respeto a los andaluces, ese es nuestro gran secreto.

¿Entonces, no hay miedo al desgaste?

No, francamente no. El único miedo es a nuestro errores, porque los hemos cometido y lo seguiremos cometiendo, sin duda, pero si nosotros seguimos trabajando y mucho y somos fieles a esa idea de un gran partido para un gran pueblo, un partido conectado con la ciudadanía, y por lo tanto atento a las nuevas realidades, demanda inquietudes y nuevas formas de entender los problemas, iremos por el buen camino, pero sin dormirnos, por supuesto. Tenemos una sociedad muy compleja, hoy las cosas no son tan blanco o negro como eran hace 25 o 30 años. Andalucía se ha modernizado mucho y los andaluces con ella.

¿El cuerpo le pide seguir en la batalla?

Sí, me gusta mucho el trabajo que he venido haciendo en estos años. En 1982, tomé la decisión de dejar la política nacional para dedicarme sólo a la política andaluza y estoy encantado de seguir en ella. ¿Con qué responsabilidad? Eso lo tendrá que decidir el partido, pero a mí me queda mucho carrete para aportar ideas y propuestas, y no sólo desde la experiencia, sino también para innovar.

¿Su equipo de parlamentarios, al menos los que repitan como candidatos, creen que pueden presumir de que han defendido los intereses de sus provincias, de sus circunscripciones?

Sí, yo pienso que sí. Hoy, en Andalucía, hay menos diferencias entre las provincias de las que había hace cuatro años y, por lo tanto, todos podemos ir con la cabeza muy alta en el sentido de que hemos contribuido a que haya más cohesión territorial. Hay menos diferencia, incluso, dentro de nuestras provincias, porque estamos haciendo política de vertebración territorial en materia de comunicación terrestre. A mí me da mucha alegría ir en coche de Córdoba a Málaga y encontrarme las obras del AVE, pero no las del AVE Málaga Córdoba, sino las del Sevilla Bobadilla, que luego continuará a Granada y Almería, que lo está haciendo la Junta. Somos la única comunidad autónoma de España que está construyendo con sus recursos una línea de Alta Velocidad. En carreteras hemos mejorado mucho, hemos creado una red de parques tecnológicos muy importante en las ciudades medias del interior como Loja, Estepa o Antequera, entre otros.