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Un marisco de lujo y vital para el sector pesquero
Grupo Ubago lanza una campaña de promoción del langostillo, un producto exquisito que se pesca en la provincia y da trabajo durante medio año a la castigada flota de la zona
Actualizado: GuardarLos pescadores lo llaman corruco. Es el nombre que tradicionalmente se ha dado en la zona a un marisco exquisito, un producto de auténtico lujo y gran calidad que Grupo Ubago bautizó hace medio siglo como langostillo para su comercialización y cuyo consumo quiere ahora relanzar con una campaña de promoción secundada por el Gobierno andaluz.
El langostillo, un manjar por el que hay auténtica devoción en algunas regiones como Madrid, Cataluña o todo el Levante, es un molusco difícil de encontrar en el mercado español, sobre todo porque la única empresa que lo lleva al mercado es Ubago, que es también la que propietaria de la patente del sofisticado método de procesado y tratamiento de este marisco que por su elevada toxicidad no puede consumirse directamente en fresco.
Así lo explica Antonio Blanco, representante del Grupo Ubago, que recuerda que «con la colaboración de la Junta patentamos un complejo sistema que cumple todos los reglamentos sanitarios de la UE y que permite el consumo del corruco». De este modo, esta importante empresa del sector fue hace décadas pionera en aplicar controles de trazabilidad en sus productos, ya que «cada playa en la que se pesca, cada barca, cada lote que llega a fábrica están perfectamente identificados y testados», cuenta Blanco, que añade que «ninguna de estas partidas se pone a la venta sin que tengamos el resultado de los análisis específicos de cada una».
La colaboración de la Administración con esta empresa en la transformación de este producto -así como en la dura lucha para que la UE aceptara en su normativa la pesca de esta especie- resulta más que lógica si se tiene en cuenta la gran importancia social y económica que tiene este marisco para el castigado sector de la pesca de bajura en la provincia.
Según Blanco, «no hay que olvidar que durante muchos meses -entre 4 y 6- muchas cofradías de pescadores se dedican casi exclusivamente a la captura de este molusco bivalvo que sólo se produce en caladeros controlados y delimitados entre las provincias de Cádiz y Málaga». Según los datos de Grupo Ubago, en las últimas campañas han sido unas 135 embarcaciones de unos 3 ó 4 marineros las que se han centrado en el corruco. A esto hay que sumar el empleo generado en tierra en labores de descarga y control, unos 500 jornales directos, sin contar con los 100 empleados que la misma Ubago dedica a la transformación y venta del langostillo.
En total, son unos 600 empleos y unos ingresos para el sector de entre 2 y 2,5 millones de euros que justifican el lanzamiento de esta campaña de promoción con la que Ubago quiere que este producto vuelva a tener un papel protagonista en las tiendas después de varias malas campañas en las que el cierre de caladeros y el aumento de costes de producción hicieron que el langostillo en lata escaseara y su puesto fuera ocupado por marisco foráneo y de mucha menor calidad.
«Se trata de recordar al consumidor que este marisco sigue existiendo, y que va a haber disponibilidad constante para mucho tiempo», recalca el representante de Grupo Ubago. Y es que tanto mimo a los caladeros, tanta apuesta por la investigación y la modernización y el hecho de que pescadores e industria vayan de la mano es una garantía de futuro.
De este modo, además de las inserciones publicitarias, durante este primer semestre de 2008 habrá promociones en los puntos de venta y degustaciones de este marisco netamente andaluz que no se vende barato porque «es un producto de alta gama» y del que los restauradores destacan su enorme sabor. Para los que se animen, un truco aconsejado por los expertos: lo mejor es tomarlo directamente de la lata.
ppacheco@lavozdigital.es