El Espanyol se regala un partido de 'Champions' en la noche de Reyes

El Espanyol del primer tiempo fue lo más parecido a un vendaval futbolístico, con un juego subido de revoluciones y con gran acierto ante la meta rival. Buena culpa de ello fue gracias al carácter que imprimió Iván de la Peña, recuperado para este partido.

Las transiciones entre defensa y ataque a penas se tomaban un respiro en el centro del campo, donde los españolistas fueron claramente superiores. El Villarreal, ante este alud de fútbol, sólo entró en juego cuando el marcador ya le era adverso (2-0), aunque manifestando las mismas carencias de muchos minutos atrás; su defensa era un coladero.

Sin opciones

Habían sido dos aproximaciones y dos goles. Ni Fuentes ni Godin podían con Tamudo, ni el centro del campo del Villarreal estaba dando la cara ante el empuje local. Dadas tantas facilidades, el Espanyol volvió una y otra vez a la carga. Dos acciones claras del ariete españolista pudieron acabar en gol, pero Tamudo no encontró el acierto que sí tuvo en el minuto 36, cuando sólo debió empujar el balón al fondo de las mallas (3-0), tras peinarlo Valdo. Antes, tres españolistas habían sido incapaces de materializar un contragolpe en superioridad.

En el segundo tiempo, el recuerdo de la remontada del Zaragoza, después de que el Espanyol dominase 1-3 (3-3 al final) hace unas jornadas, planeó unos instantes dado el dominio intenso del Villarreal. Pero sólo hizo falta que Iván de la Peña entrase en juego para que Luis García y Tamudo volviesen a disponer de opciones en el área del Villarreal. Es por ello que estuvo más cerca el cuarto tanto local que el primero visitante.