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Deseos para el 2008

Después de haberme tragado durante estas fiestas películas tales como Love Actually, Sonrisas y lágrimas y Qué bello es vivir, ya se podrán imaginar la ilusión con la que espero a los Reyes Magos. Les espero con el convencimiento de que todo lo que he pedido me será concedido, aunque reconozco la dificultad que entrañan las sugerencias planteadas, bastante menos realistas que las de mi colega y, sin embargo amigo, Paquito Márquez. La más complicada y, por ello, la más ansiada, es el ascenso del Cádiz. Bueno, por pedir...que no quede. Como no soy rencorosa, suerte para los que nos dejan, casos de Lucas Lobos en México y Pavoni en Grecia. A ver si los próximos incrementan de verdad las arcas del club con una gran sobredosis de billetes. Ánimos para los que se quedan, para que consigan el objetivo y para que estén libres de toda mala lesión. Un extra de motivación para los que se incorporan, por aquello de que ojalá refuercen al equipo con goles y buen juego.

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Mejora en las instalaciones de El Rosal para que el club cadista posea un toque de glamour...eso también va por la directiva. Fuera de nuestra Tacita, le deseo mucho éxito a mis equipos favoritos, mientras que en lo que respecta a otras disciplinas deportivas, no creo que los Reyes hayan tenido ni tiempo ni paciencia para terminar de leer la carta.

Entre lo más destacado, soy consciente de que Fernando Alonso tiene casi imposible el Mundial pero, al menos, que Nelsinho Piquet no le dé mucho la lata. Renuncio a la victoria de un corredor de mi agrado, con tal de que no haya positivos de dopaje en el Tour. En los Juegos Olímpicos, me gustaría que los chinos no acaparasen todas las medallas y en baloncesto, lo que daría por ver a Gasol, Navarro, Calderón y Garbajosa jugando juntos en un mismo equipo. Hablando de equipos, ya ni gasto tinta en desear que España haga algo en la Eurocopa, pero rogaría que el campeón fuera la gran sorpresa del torneo. Por variar, vamos.