Una apuesta de fe a ritmo de rock and roll
Pastor baptista, rockero aficionado y el sueño de los cristianos evangélicos, Mike Huckabee aún no se cree su aplastante victoria en Iowa. Y aunque se declaró «asombrado» por el resultado, en su fuero interno estaba seguro de que se iba a producir. No en vano cuenta con dos aliados potentes contra los que la fuerza terrenal poco puede hacer: Dios y la Biblia.
Actualizado:Su anuncio electoral, «La fe no sólo ejerce influencia sobre mí, realmente me define», más que un eslogan era una constatación de que el ángel de la guarda guía sus pasos por el proceloso mundo de la política.
Por eso, los mensajes de Huckabee han sonado a gloria celestial a los cristianos evangélicos de Iowa, quienes tienen claro que es uno de los suyos. Claro opositor al aborto y al matrimonio gay, prefiere echar mano de la guitarra para hacer más llevaderas sus intervenciones públicas y acompañarse de 'duros' televisivos, aunque algo decrépitos y con peluquín y con el mentón salido. Y eso que el aspirante republicano no cree tampoco en la teoría de la evolución de Darwin.
Nacido el 24 de agosto de 1955, Huckabee está casado con Janet McCain -nada que ver con su derrotado rival-, con la que contrajo matrimonio hace 33 años. Sus tres hijos, John Mark, David, Sarah, son con frecuencia víctimas consentidas del ingenio y humor de su padre, de quien se critica a menudo su escaso conocimiento de la política internacional.
'Sueño americano'
Su biografía encarna el típico 'sueño americano': hijo de un bombero y de una dependienta de gasolinera, fue el primero en su familia en completar la educación secundaria y en embarcarse en una carrera política que lo convirtió en gobernador de Arkansas durante diez años. Huckabee menciona a menudo que su familia estaba a sólo unos pasos de la pobreza, aunque él dice que nunca se sintió pobre.
Graduado 'cum laude' por la Universidad Baptista de Ouachita, donde cursó estudios de religión, posee dos doctorados honorarios en Humanidades y Derecho. La experiencia por haber perdido cincuenta kilos en 2003 tras haberle sido diagnosticada la diabetes, quedó reflejada en el libro 'Deja de cavar tu propia tumba con un cuchillo y un tenedor'. Toda una demostración de fuerza de voluntad para la que cuenta, sin embargo, con poderos apoyos, aunque no sean de este mundo.