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Saakashvili canta victoria en Georgia mientras la oposición exige una segunda ronda
La confusión deriva, a falta de datos oficiales, por los resultados de dos sondeos a pie de urna difundidos al término de la jornada de votación en las elecciones presidenciales anticipadas
TIFLIS Actualizado: GuardarLos partidarios del ex presidente de Georgia y candidato a la reelección, Mijaíl Saakashvili, han salido a las calles de Tiflis para cantar victoria, mientras la oposición unificada, agrupada en torno a Leván Gachechiladze, reclamaba la celebración de una segunda ronda electoral. La confusión ha sido propiciada, a falta de datos oficiales, por los resultados de dos sondeos a pie de urna difundidos al término de la jornada de votación en las elecciones presidenciales anticipadas.
La primera de las encuestas, efectuada por la organización ucraniana Causa Común Europea, ha dado como ganador a Gachechiladze, con el 31% de los votos, 6,6 puntos porcentuales por delante de Saakashvili, lo que obligaría a una segunda vuelta electoral.
Poco después, el centro Exit Polls-2008 ha difundido una encuesta encargada por cuatro cadenas de televisión locales, que anunciaba que Saakashvili había ganado las elecciones con el 52,5%, lo que excluiría una segunda ronda. De acuerdo con esos datos, Gachechiladze obtendría el 28,5% de lo sufragios.
Incluso en el caso de que el escrutinio confirme los datos anunciados por Exit Polls-2008, la votación de Saakashvili reflejaría un gran desgaste, habida cuenta que en las elecciones de 2004 obtuvo el 96% de los sufragios.
Según la ley electoral georgiana, si ninguno de los candidatos a la Presidencia consigue la mayoría absoluta, los dos más votados concurren a una segunda ronda. De momento, los únicos datos oficiales ofrecidos por la Comisión Electoral Central (CEC) de Georgia son de participación, que era del 46,44% a tres horas del cierre de los colegios electorales.
Desconfianza en los sondeos
La única coincidencia entre los dos sondeos de opinión son el orden de los otros cincos candidatos: el empresario Arkadi (Badri) Patarkatsishvili, el hombre más rico de Georgia, seguido del líder del Partido Laborista, Shalva Natelashvili. Mas atrás se situaban David Gamkrelidze, del partido Nueva Derecha, Gueorgui Maisashvili, del Partido del Futuro, y líder del partido Imedi y única candidata mujer, Irina Sarishvili.
Nada más conocerse los datos del sondeo realizado por la organización ucraniana Causa Común Europea, que dio como ganador al líder de la oposición unificada, el entorno de Saakashvili ha mostrado su desconfianza. "No creemos en esos resultados, pues no sabemos quién financia esa organización", ha asegurado el presidente en funciones del Parlamento georgiano Mijaíl Machavariani, uno de los hombres de confianza de Saakashvili.
La oposición, ya antes del anuncio de los resultados de la encuesta de Exit Polls-2008, denunció que ese sondeo no era fiable, pues había sido encargado por medios informativos que respaldan a Saakashvili. "Los datos de esa encuesta son ridículos y no podemos aceptarlos", ha señalado el diputado conservador Kaja Kukava, miembro del estado mayor electoral de Gachechiladze. "Sin falta debe haber una segunda vuelta electoral", ha agregado.
Pendientes del ingreso en la OTAN
En las elecciones de hoy los georgianos también debían pronunciarse en referéndum sobre la OTAN. Más del 80% de la población se ha manifestado en diversas ocasiones a favor del ingreso, aunque un número similar se expresa en contra del despliegue de tropas extranjeras en su territorio.
Saakashvili confía en que, a la vista del respaldo popular con el que cuenta la Alianza Atlántica, Georgia sea invitada formalmente a ingresar en la cumbre que la organización celebrará en abril próximo en Bucarest.
Un factor que allanará el camino para el acceso en la OTAN es la salida en noviembre pasado de las tropas rusas de territorio georgiano. Además, Tiflis ha prometido que no recurrirá a la fuerza para recuperar las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, que según las autoridades georgianas son objeto de una política de "anexión soterrada" por parte de Rusia, mediante la concesión masiva de la ciudadanía rusa a sus habitantes.