La Navidad con las peores ventas en diez años agrava la crisis del pequeño comercio

Para el pequeño comerciante hablar de crisis económica es como nombra a la bicha o llamar a la mala suerte. Esto explica que aunque reconozcan que la Navidad de 2007 ha sido la que ha registrado las peores ventas del último decenio, no quieran llamar mucho la atención sobre una coyuntura que ha agravado la ya de por sí poco boyante situación que atraviesan los minoristas de la provincia.

Hasta un 7% han descendido las ventas respecto a las mismas fechas del pasado año, según los primeros cálculos realizados por la Federación de Comercios de la Provincia de Cádiz (Fedeco). Este porcentaje refleja su verdadero valor al contrastarlo con el dato que indica que en el periodo navideño y los primeros días de las Rebajas se factura el 30% del total de todo un año. «El consumo ha tenido un cierto aterrizaje. Ha habido una ralentización porque es evidente que las economías familiares no pasan por su mejor momento, pero tampoco se puede hablar de una crisis total, como algunas personas han afirmado recientemente, se trata simplemente de un aterrizaje moderado tras varios años de mayor consumo», asegura José Luis Ferrer Rossi, secretario general de la federación que agrupa a las asociaciones de comerciantes de la provincia.

Causas y esperanzas

Cada propietario de un pequeño negocio en Cádiz lleva mirando al cielo cada mañana desde principios del mes de octubre con la intención de averiguar si ese día llovería o no. Este insistente interés por la climatología se debe a que precisamente el mal tiempo que la provincia ha padecido durante gran parte del otoño y las dos primeras semanas del invierno es una de las tres principales causas que han provocado el descenso de las ventas, cuando lo habitual es que crezcan año tras año (motivado por un aumento de la población y del precio de los productos).

El crecimiento constante del euríbor y, por consiguiente, de las hipotecas, por lo general ya abultadas en origen, y la subida del valor de productos básicos (como la leche, el pan o los combustibles) y de muchos otros no esenciales, pero sí de compra habitual como electrodomésticos. «La psicosis que comenzó en octubre ha afectado a la Navidad, pero tenemos la esperanza de vender en las Rebajas entre un 3 y 4% más que en el año anterior. Porque la realidad es que creo que no hay una crisis, sino un cambio en el comportamiento del consumidor a la hora de comprar en estas fechas. A muchos nos queda la cultura de los Reyes Magos y por un tema sentimental compramos antes del cinco de enero, pero está creciendo el número de personas a las que no les importa esperar a las Rebajas del día siguiente para hacer la compras y los regalos. Por este motivo, hemos pedido varias veces que el periodo de Rebajas se retrase y se acorte unas semanas», afirma Ferrer Rossi.

Mejorar el servicio

Los pequeños comerciantes ya se han convencido que la adaptación y no la lamentación es lo que les permite competir con las grandes superficies. Principal enemigo no hace mucho, ahora las grandes superficies se han convertido en un elemento más del paisaje. Los negocios tradicionales han aceptado la competencia y, ahora, buscan modos de combatir a las grandes superficies.

La apertura de sus comercios a mediodía es una de las medidas que las distintas asociaciones de comerciantes de la Bahía quieren extender entre todos sus afiliados. Sobre todo, con el objetivo de adaptarse a las nuevas costumbres de compra, forzadas por los horarios que impone el intenso modelo laboral que se ha impuesto en los últimos años en el ámbito laboral español. «La gente trabaja todo el día. Antes se imponía más un horario intensivo, pero ahora hay mucha gente que compra o al mediodía o muy tarde, y claro, opta por comprar en las grandes superficies», explica Salvador Muñoz, presidente de la Unión de Comerciantes de Cádiz.

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