Queridos reyes magos

Os pediría unos guantes de león para que Contreras pare todo lo que le llegue y una réplica de la estatua de El Pensador de Rhodin para que Limia y Armando no pierdan la paciencia. También quisiera pediros un termómetro que mida las dosis de ilusión de Cristian, una brújula para que Vella se oriente mejor a la hora de despejar, un tipómetro para que Paz mida, todavía mejor, los excelentes pases que pone, el libro de las recetas del abuelo para que De Quintana siga imponiendo su magisterio en el vestuario, un decálogo de comprensión para Yago, un cd con el pasodoble de Manolito Santander para Raúl López y un amortiguador que regule los codos de Vicente.

Enrique y Gustavo López podrían compartir el tipómetro con Paz para que tengan la misma precisión desde las bandas y a Diego Rivas y Bezares le podriáis traer un GPS que mida la cantidad de kilómetros que hacen en un partido. Para Fleurquin quisiera un bote de pegamento con el que se ciña bien el brazalete y sepa lo mucho que significa llevarlo, para Miguel, lo mismo que para Limia y Armando, y para Parri, la cinta de la película de Robert Mitchum Retorno al pasado, para que recuerde lo bueno que ha sido siempre.

Lo mejor que se me ocurre para Lobos y Pavoni es un diccionario de mexicano y de griego respectivamente, una nariz de Carnaval para que Gastón Casas conserve su olfato goleador y una ración de queso para que el ratonero Dani salga alimentado y motivado al campo.

Ya para Calderón me conformo con que cada vez que vea los periódicos los lunes se sienta contento porque va cumpliendo objetivos.

En vuestras manos lo dejo.