SERENO. El presidente Musharraf, durante su comparecencia de ayer ante la prensa extranjera. / AP
PERVEZ MUSHARRAF PRESIDENTE DE PAKISTÁN

«Estoy descontento de cómo se ha investigado el asesinato de Benazir»

«Cada uno es el primer responsable de su propia seguridad y ella fue advertida del peligro»

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Tranquilo, dialogante y vestido con su ahora inseparables americana y corbata, Pervez Musharraf recibió a un grupo de periodistas de la prensa extranjera -entre ellos al enviado de EL CORREO- en el palacio presidencial de Islamabad para grabar su programa semanal de televisión. Con un formato similar al 'Aló Presidente' del venezolano Hugo Chávez, Musharraf permaneció durante más de una hora y media respondiendo a las preguntas sobre «la transición a la democracia y la crisis actual», que esta vez le formularon los enviados especiales de prensa, radio y televisión.

Hubo momentos de tensión, preguntas comprometidas y hasta un cruce de descalificaciones al explotar el dirigente paquistaní y asegurar a los presentes que «sois los culpables de la mala imagen de mi país, no creo nada de lo que decís porque no sabéis de lo que habláis». El asesinato de Benazir Bhutto fue el tema estrella de una comparecencia que minutos después de haber concluido se retransmitió en diferido para todo el país.

-Desde los líderes de la oposición hasta los ciudadanos de a pie le acusan de estar implicado en el asesinato de Bhutto, ¿por qué piensa que esta sospecha recae sobre usted?

-Esta pregunta hiere mi dignidad. Soy de una familia y una tribu tradicional. Tengo unos valores y principios muy marcados que me impiden asesinar a nadie. No es mi forma de ser. El problema es que resulta inútil explicarse ante quien no quiere escuchar. Informamos a Benazir del peligro que corría. Cuatro semanas antes ya quiso venir a Rawalpindi y se lo prohibimos. Esta vez no hizo caso a nuestros informes.

-También se apunta a la participación de los servicios secretos

-No conozco una sola agencia de inteligencia en el mundo capaz de convencer a sus miembros para que se inmolen. Seamos serios, en los últimos tres meses hemos sufrido diecinueve ataques de suicidas y han muertos más de cuatrocientas personas y otras novecientas han resultado heridas. Lo que hay que preguntarse es quién es el más beneficiado por el asesinato de Benazir, ¿el Gobierno? No lo creo, el país está inmerso en una crisis.

-¿Quién saca mayor partido de este momento?

-Los movimientos extremistas quieren un país inestable y lo están consiguiendo. La única solución a la crisis actual pasa por las elecciones y un posterior trabajo en consenso para combatir a la lacra terrorista. Han eliminado a uno de sus objetivos, pero yo también estoy en su lista como ya han demostrado con sus ataques contra mi persona ¿Qué hago? ¿Salgo corriendo? No, seguiré tomando las máximas medidas de seguridad y trabajando por la democracia.

-¿Por qué no le proporcionó la misma escolta que lleva usted?

-No hubiera servido de nada ya que la seguridad empieza por uno mismo y ella cometió una gran imprudencia al asomarse por el techo de su coche en plena salida del mitin. Ese sitio es muy inseguro y ni sus treinta escoltas, ni los miles de policías desplegados, ni la seguridad en todas las azoteas de todos los edificios cercanos fueron suficientes. Si no hubiera salido de su coche, estaría viva, como lo están las otras dos personas que viajaban en el mismo vehículo blindado. Todos los políticos de este país sabemos que a la salida de un mitin la gente se te viene encima con efusividad y hay que salir pitando. Cada uno es el primer responsable de su propia seguridad; Benazir había sido advertida del peligro que corría.

Cooperación extranjera

-¿Le pidió Benazir la participación de servicios secretos extranjeros en la investigación del atentado del día de su regreso que costó la vida al menos a 150 personas?

-La misma noche de los ataques en Karachi la llamé por teléfono para darle el pésame y traté de hacerle ver que éste es un Pakistán muy diferente al que conoció hace ocho años. Por un lado, hay nuevos peligros y amenazas y, por otro, no somos una república bananera, tenemos los suficientes medios y tecnología como para poder desarrollar estas investigaciones por nuestra cuenta.

-¿Por qué les permite entonces ahora su entrada?

-No estoy del todo contento con las investigaciones en torno al atentado de Benazir, por eso viene Scotland Yard. El hecho de que se limpiara tan pronto la zona no ayuda para nada, pero no se trató de un intento de borrar huellas como algunos dicen. Fue un error. Poco a poco van llegando pruebas y yo he conseguido hasta ver la cara del asesino en unas imágenes. La muerte de Bhutto ha sido una tragedia que ha conmocionado al país y a la comunidad internacional y quiero que Scotland Yard colabore con nuestros hombres como muestra de que no tenemos absolutamente nada que ocultar.

-El lunes se 0quejó de la cobertura del evento por parte de la prensa, ¿piensa que los medios están contra de usted?

-No creo nada de lo que decís los medios internacionales porque creo que no sabéis de lo que habláis. No es la realidad, sino simplemente la imposición de vuestro punto de vista occidental. Yo no miento, os pido comprensión, este país no es como los vuestros.