LÍDERES. Zaplana, Acebes y Rajoy en un descanso en un pleno reciente. en el Parlamento. / EFE
ESPAÑA

El PP confía en que la economía pase factura a Zapatero en las urnas el 9-M

El equipo electoral de Mariano Rajoy vislumbra una crisis en el sector inmobiliario y el aumento del desempleo antes de las elecciones El líder popular ha decidido retrasar todo lo posible la presentación de las listas que confecciona con Ángel Acebes en la sede popular de Génova

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El PP vislumbra un empeoramiento rápido de las economías familiares en los próximos meses a causa del crecimiento del desempleo, la crisis del sector inmobiliario y las consecuencias del aumento de los precios experimentado a finales de 2007. Con esta previsión, el equipo electoral popular diseñó su estrategia para los comicios con la esperanza de que los ciudadanos pasen factura al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el 9 de marzo en las urnas.

Mariano Rajoy dará preferencia a la presentación de su programa electoral en detrimento de las candidaturas, y tiene previsto formular nuevas ofertas fiscales, económicas y sociales antes de hacer públicas las listas de candidatos a finales de enero. A estas alturas, todos en el partido opositor están convencidos de que los españoles votarán pensando en sus bolsillos, un planteamiento que se abrió paso en los debates internos del equipo de Rajoy a partir del verano.

Tras concluir que el deterioro de la economía será percibido por el ciudadano de a pie antes de los comicios, el equipo electoral del PP considera que a la pérdida de poder adquisitivo se sumará ahora el temor al paro. Un dirigente con gran influencia en la estrategia electoral del partido opositor asegura que las dificultades por las que atraviesan algunas empresas inmobiliarias desembocará en una crisis del sector que acarreará importantes pérdidas de empleos. «Zapatero no le presta la menor atención», protesta y advierte de la gravedad de la situación que podría traducirse en la quiebra de alguna compañía, un hecho que trasladaría a la opinión pública una mayor inquietud ante el futuro de sus economías familiares.

Programa y listas

El partido opositor esgrime las cifras más recientes del crecimiento de la inflación y el paro, así como otros datos demoscópicos que reflejan un creciente pesimismo de los españoles sobre las perspectivas económicas, tal y como recoge también el Centro de Investigaciones Sociológicas. Así las cosas, el PP cree que los electores apostarán por Mariano Rajoy porque, dicen fuentes populares, «existe la convicción de que la izquierda gasta y la derecha resuelve los problemas en situaciones de crisis económica».

Rajoy apuesta por una reforma fiscal que sólo ha empezado a desgranar, pero de la que aún restan algunas medidas por anunciar y con las que promete mejorar el poder adquisitivo de los asalariados, así como la contratación de jóvenes y mujeres. Los diseñadores de su precampaña electoral prevén que administre anuncios de este tipo hasta el día de las elecciones, especialmente en los debates con Rodríguez Zapatero.

Antes de concluir la precampaña con una convención política de presentación del programa, en febrero, el PP tendrá que aprobar sus listas electorales. Mariano Rajoy ha decidido retrasar todo lo posible el momento y no será hasta la semana posterior a la convocatoria de las elecciones. A finales de la tercera semana de enero -la fecha para la disolución de las Cortes es el día 14-, se conocerán los cabezas de lista del partido opositor y a finales de mes se darán a conocer los restantes miembros de las candidaturas.

El presidente del PP asegura a sus colaboradores que en unas elecciones generales los ciudadanos eligen entre siglas de partidos sin tener en cuenta a los candidatos, por lo que prefiere hacer propuestas de futuro y dejar en un segundo plano el nombre de sus dirigentes. Sin embargo, hace algunas semanas que trabaja en la confección de las listas, mano a mano con el secretario general, Ángel Acebes, y esta semana ha interrumpido las vacaciones para dedicar algunas horas a esta labor en su despacho de la calle Génova de Madrid.