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El Niño toca en un sueño

Una riojana compra en Siero 40 décimos del 87.299 para el sorteo del domingo, tras soñar que ganaría el primer premio

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El número premiado en el Sorteo del Niño será el 87.299, cuya serie se vende íntegramente en la administración de lotería Nº 1 de Pola de Siero. Al menos, eso fue lo que soñó recientemente una mujer de la localidad de Autol, en La Rioja, que ha comprado nada menos que cuarenta décimos para repartirlos entre su familia y los compañeros de la empresa Schlecker.

Todo comenzó el pasado miércoles 26 de diciembre con una llamada a la centralita del Ayuntamiento de Siero. Una mujer explicó a la funcionaria que llevaba días tratando de contactar sin éxito con la administración de lotería polesa, y pensó que tal vez tuviera mal anotado el número. La funcionaria Carmen Fernández lo achacó al incremento de la actividad por la resaca del Gordo de Navidad que cayó en la comarca, y que era probable que tuvieran el teléfono descolgado. Fue entonces cuando esta mujer le relató que había soñado con ese número ganador, y que había comprobado en internet que la serie completa se vendía en la Pola. La funcionará se ofreció a gestionarle el envío de esa lotería, pero en la administración le explicaron que sólo vendían los décimos in situ, máxime en estos días en que las colas son algo habitual en este céntrico establecimiento de la villa polesa.

Cómplice

Pero la soñadora riojana no se dio por vencida. Fracasado un primer intento, el jueves volvió a llamar a la centralita municipal con una nueva propuesta: mandarle una transferencia de 800 euros, vía Banco de España, a la cuenta particular de Carmen Fernández, y que ella le hiciera el favor de comprarle los 40 décimos. Tan sólo puso una condición: que un décimo sería para la funcionaria en agradecimiento a su amabilidad.

A primera hora del viernes, día de los Santos Inocentes, la mujer llamó de nuevo para pedir el número de cuenta y en menos de dos horas ya tenía ingresado el dinero. «A la hora del café» -puntualiza con humor la funcionaria- «fui a comprar los décimos y al volver al Ayuntamiento coincidió que estaba un trabajador de Seur y se los entregué por el servicio urgente». La Lotería llegó el sábado a su destino. «Me dijo que si tocaba, fletaban un autobús a la Pola para venir a conocerme», recordaba ayer Fernández.

La anécdota empezó a extenderse por el ayuntamiento y numerosos trabajadores se apresuraron a adquirir ese número de la suerte, por si acaso. Según asegura la funcionaria, hasta gente de Gijón y Langreo se ha acercado a comprar participaciones.