GESTIONES. El hermano de la herida, Francisco Javier Vázquez, muestra la denuncia interpuesta a las puerta de la Comisaría de Jerez. / TAMARA SÁNCHEZ
Ciudadanos

La familia de la afectada por el petardo denuncia los hechos en Comisaría

Los hermanos de Rocío confían en que se establezca la responsabilidad civil y los culpables «le paguen las operaciones hasta dejarle la cara perfectamente» Fue un grupo de hasta 50 personas de diversas edades el que participó en la traca de Nochevieja

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Aunque en un primer momento se produjeron ciertas reticencias, la familia de Rocío Vázquez Márquez se decidió ayer por fin a interponer la correspondiente denuncia ante la Comisaría de Jerez por los hechos ocurridos la pasada Nochevieja, cuando la joven de 24 años perdió un ojo a consecuencia del impacto de un potente petardo. El hermano de la afectada, Francisco Javier Vázquez, se personaba en la dependencias policiales a primera hora de la tarde con la intención de exigir responsabilidades, reconociendo sin embargo que la identificación del o los causantes del daño será prácticamente imposible.

«El responsable puede haber sido cualquiera, porque allí había cerca de 50 personas tirando petardos. Había gente desde 7 años hasta más de 50, por lo que nadie puede saber quién ha sido, incluso algunos eran de fuera de la barriada. No se puede señalar a alguien en concreto, nosotros no culpamos a nadie, lo que hay que hacer es ir a por quien los vende». A juicio de la familia, por tanto, los verdaderos culpables son aquellos que ofrecen material pirotécnico saltándose todas las normas legales y vendiendo la mercancía a cualquiera que la pueda comprar.

El caso es que la barriada rural de Los Albarizones continúa conmocionada, ya que fueron muchos los vecinos que participaron en la famosa traca de Fin de Año, tanto es así que algunos de ellos se han dirigido a la familia perjudicada confesando que no entienden cómo pudo sobrevenir aquella tragedia.

Conocidos de la víctima

«Allí había mucha gente, incluso conocidos nuestros, y ellos mismos no se explican cómo ha sido, ya que el petardo que dio a mi hermana lo explotaron a una distancia de más de 100 metros de la puerta de casa de mis padres, donde ella se encontraba». Aunque en tales circunstancias es difícil poner nombre y apellidos a quien encendió la mecha, los parientes de la víctima confían en que al menos se pueda exigir la responsabilidad civil pertinente. «Rocío tendrá que ser sometida a varias operaciones y eso alguien tendrá que pagarlo, ya que habrá que ponerle hasta una prótesis en el ojo».

Otra de las hermanas de la joven y su abuelo también se pronunciaron ayer sobre los hechos ocurridos. Carmen Vázquez espera que la policía judicial, una vez interpuesta la denuncia, lleve a cabo su trabajo con la mayor eficacia del mundo y consiga dar con los responsables, en especial con aquellos que se dedican a la venta ilegal de petardos. «Es imposible saber quién fue, allí había mucha gente y nadie dice nada, hasta algunos son amigos nuestros. Lo que habrá que hacer es investigar quién los ha vendido, porque aquí hay gente que se va hasta sitios como Lebrija para comprarlos. Yo lo que quiero es que el que lo haya hecho lo pague, y le paguen todas las operaciones hasta dejarle la cara perfectamente, porque lo del ojo ya no tiene remedio».

José Vázquez, el abuelo de Rocío, asegura que «nos encargaremos personalmente de que nadie vuelva a tirar petardos en la barriada», confiando en que lo ocurrido en Nochevieja al menos sirva para sentar un precedente, porque «a mi nieta le han destrozado la vida».

admontalvo@lavozdigital.es Rocío Vázquez Márquez continúa ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz en estado grave desde la madrugada del pasado martes. Según explicaron ayer fuentes de la Delegación provincial de Salud, los médicos que la atienden han advertido en su evolución «cierta mejoría dentro de la gravedad», pero aún desconocen cuándo podrá salir de la UCI para pasar a planta. Los padres y hermanos de la paciente están pendientes de su estado en todo momento, y ayer continuaban en el Hospital del SAS a la espera de novedades. Según señaló su madre, Francisca Márquez, Rocío sigue sedada aunque ya ha recibido los primeros alimentos.

Como explicó su hermana María de los Ángeles, los cirujanos le han reconstruido parte del rostro y para ello ha sido necesaria la implantación de más de 300 puntos. Cuando sanen las heridas y se recupere la jerezana, le colocarán una prótesis que sustituya a su ojo izquierdo.