Localizan el primer planeta extrasolar «recién nacido»
En la inmensidad del Universo hay en la actualidad miles de millones de estrellas en formación, y otros miles en extinción. Se están formando y están desapareciendo planetas sin pausa y en un número cuya magnitud es imposible de imaginar. Por eso, cabe afirmar que un equipo de astrofísicos acaba de hallar una aguja en un pajar: un planeta recién nacido.
Actualizado:Por medio del telescopio de 2,2 metros de diámetro que el Instituto Max Planck tiene instalado en el observatorio chileno de La Silla, científicos alemanes han observado por primera vez el nacimiento de un planeta -en la galaxia de Hydra- dentro del disco de polvo y gas que todavía rodea a la joven estrella TW Hydrae, que cuenta apenas con entre 8 y 10 millones de años de vida. El equipo de astrofísicos, dirigido por John Setiawan, detalla su hallazgo en la revista Nature. Se trata del planeta bautizado como TW Hydrae b, diez veces más masivo que Júpiter, el más grande de nuestro Sistema Solar. Realiza una órbita completa en torno a su estrella en 3,56 días a una distancia media de 0,04 unidades astronómicas (UA).
Protoplanetas
La opinión extendida entre los astrofísicos es que las estrellas se forman de las nubes de polvo y gas interestelar. A partir de ellas y con el material sobrante, que forma un disco del mismo polvo y gas girando en torno a la estrella, se originan por acreción los protoplanetas -también llamados planetesimales-. Este proceso ocurre necesariamente en los primeros diez millones de años de vida de las estrellas, ya que a partir de ese tiempo el disco de acreción empieza a disiparse. A partir de esos protoplanetas se formarán los planetas.
Hasta el presente, aunque han sido descubiertos cerca de 270 planetas extrasolares, jamás se había observado un planeta en torno a una estrella con menos de cien millones de años de vida. Una muestra de veteranía la da la Tierra, con sus 4.570 millones de años girando en torno al Sol. A partir de motas de polvo de un micrometro se originarían, por acreción debida a las colisiones sucesivas, los embriones de planetesimales. A medida que aumentan de tamaño se vuelven lo suficientemente masivos para retener otras partículas de polvo y de gas. A este proceso de formación de los planetas contribuyen, según los astrofísicos, determinadas inestabilidades gravitacionales.