Como cada día
Como cada día me enfrento al espacio en blanco en el que he de tender mis pensamientos y reflexiones, siento una sensación de vértigo y responsabilidad, creo que es un lujo y un privilegio disponer de esta posibilidad, no la puedo malgastar así que me dispongo a buscar el tema de hoy.
Actualizado:A todo esto mi hijo pequeño me interrumpe porque quiere que le ponga un videojuego en la TV, pienso que sería mejor dejar de escribir y ponerme a jugar con él antes de abandonarlo en los deleites de una maquina. Opto por una tercera vía y llamo a su hermano para que juegue con él, acepta a regañadientes, no sin antes hacerme prometer que esta tarde le dejaré salir con sus amigos y llegar media hora más tarde, comenzamos una negociación que acaba en tablas y queda pospuesta para más tarde.
Continuo. Leo los periódicos y visito mis «webs» favoritas para elegir un tema. Hay cosas que han pasado en este fin de año que me inquietan: el asesinato Benazir Bhutto, una esperanza de democracia en un país donde el mayor problema no es tener ideas opuestas, sino atreverse, siendo mujer, a liderar la oposición política. Claro que esto nos queda muy lejos, y aparte de un amigo palestino con el que hablo de estas cuestiones a menudo, no creo que suscite mucho interés los designios de Pakistán. Me horrorizan también las imágenes que se asoman en la tele con respecto a Kenia, donde han quemado vivos a mujeres y niños en una iglesia en la que buscaron refugio. Pienso que África se desangra entre guerras fraticidas y enfermedades y luego me sobrecojo con la noticia de una patera que andaba a la deriva en el Cabo de Gata y en la que además de hombres y mujeres viajaban tres bebés. Pero tampoco creo que este tema pueda resultar interesante, más que nada porque no es ninguna novedad, y las historias repetidas dejan de impresionarnos. A todo nos acostumbramos hasta al horror repetido, debe ser cuestión de supervivencia.
Nueva interrupción, mi hija no entiende un problema de matemáticas, esta es una pequeña tragedia cotidiana para ella, le cuesta abstraerse en el mundo de los números. Interrumpo mi trabajo y le presto atención, me armo de paciencia y le ayudo a entender.
Por donde iba? Ah si!, ¿qué tal el fin de año?, ¿se atragantaron con las uvas? Hay personas a las que se les ha atragantado la vida, de todas formas ¿Feliz año nuevo!