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NO PUDO SER. Pese al gol de Antoñito, el Xerez no pudo ganar. / J. C. C.
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La ilusión acabó en Huelva

El Xerez cae eliminado de la Copa sin ser inferior en el cómputo total de la eliminatoria Los azulinos desperdiciaron una ventaja de 0-1 y un hombre más durante ochenta minutos

SALVA GALVÁN
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Al Xerez ya sólo le queda salvar la categoría, pues ayer caía eliminado de la Copa del Rey a manos del Recreativo de Huelva. El decano del fútbol español hizo valer el tanto logrado en Chapín para pasar a la siguiente ronda, pues en su propio estadio sólo pudo salvar un empate ante los de Casuco. Los azulinos cayeron, y lo hicieron, más que con la cabeza alta, con la mirada puesta en el horizonte. Allá por los plásticos de El Ejido, que es donde realmente se la juega. Puede que el Recreativo no fuera superior en el cómputo general de la eliminatoria, pero sí hizo lo suficiente como para dejar apeado a un Xerez, que ayer en Huelva tuvo el pase encarrilado. Sin buscarlo con demasiada intensidad el Deportivo se puso con 0-1 y un hombre más sobre el terreno de juego, pero una mala noche de Miki Roqué, la falta de pegada en la segunda parte y el autobús que colocó Víctor Muñoz en su área ya con las tablas en el marcador, impidieron que los azulinos entraran en el próximo bombo de torneo real.

La frialdad del Recre era la que metió al Xerez en el encuentro. Sin salir en avalancha, los azulinos comenzaban a generar ocasiones. Jugadas de peligro tan claras como la que tuvo Abel Aguilar antes de que se cumplieran los primeros cinco minutos. El colombiano recibió dentro del área un pase de Portela, y prácticamente sin mirar a portería, lanzó un cuero que se marchó cerca de la escuadra de la portería que defendía Barbosa.

El meneo no hizo reaccionar a un Recre que de buenas a primeras se vio con un hombre menos. Ayza Gámez expulsaba con roja directa a Beto por cortar una contra de Yordi. Es cierto que el isleño se podría haber plantado sólo ante el portero, pero también lo es que aún le quedaban varios metros hasta entrar en el área.

Del Recre aún no había noticias. Sólo un centro envenenado de Javi Guerrero puso en aprietos a Chema. En cambio, por la puerta contraria rondaba Antoñito enseñando los colmillos. El sevillano mojó en una jugada que nación en un saque de banda. Portela cedió para Moreno, antes de el cuero llegará a Antoñito. El delantero recibía en su hábitat natural, en la zona que más brilla, prácticamente en un área chica donde se revolvió entre dos defensores antes de fulminar a Barbosa.

Con la eliminatoria igualada, con un hombre menos sobre el campo y con media hora de juego, empezó el partido para los onubenses. La reacción tenía un rápido efecto, ya que en el minuto 33 el Recreativo se volvía a adelantar en la eliminatoria. Miki Roqué, muy fallón y algo nervioso, cometía un penalti sobre el rapidísimo Marquitos. La infracción pareció rigurosa, pero lo cierto es que ni Chema ni el propio Roqué protestaron demasiado. Carlos Martins materializó con un suave disparo ante el que sucumbió el portero xerecista. Fue a partir del tanto cuando el Recre puso la directa. En ese último cuarto de hora de la primera parte el conjunto local gozó de varias y claras ocasiones de incrementar la ventaja, por sólo una, también muy peligrosa, de Antoñito. El disparo cruzado del sevillano atravesó la línea final casi besando el palo.

En el descanso Miki Roqué ya era un auténtico flan y Casuco no quería tirar la eliminatoria por culpa de uno de los varios errores que estaba teniendo el joven defensor catalán. Jorge Luque ocupaba su puesto y Vicente Moreno su posición, pues el capitán azulino se retrasaba unos metros para formar pareja con Héctor Verdés.

A pesar de que muy pocos minutos después el técnico xerecista ponía sobre el campo todo el arsenal ofensivo que tenía en el banquillo, el partido perdió ritmo y velocidad, parar entrar en esa prolongada pausa que pretendía el Recre. A Víctor Muñoz le valía el resultado y retrasó las líneas, pues contaba con un hombre menos. Aún así, Yordi dio el susto a una afición local que se mofaba del sufrimiento del Sevilla. Bouzón despejó sobre la línea de gol las ilusiones xerecistas.

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