Sociedad

Sabores diferentes para estrenar mantel

Si está saturado de pavo, polvorones..., escaso de tiempo o ya no sabe como agradar a ese pariente tiquismiquis, esta noche ha llegado el momento de sorprender

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Seguro que a estas alturas de las fiestas muchos están cansados de ese cuñao pesadilla que se ceba en tachar de repetitivos y poco originales los menús navideños. Nunca falta la miradita de desdén o ese comentario inoportuno: «qué jartura de pavo», «estoy empachao de polvorones», «hoy me apetece algo ligerito» o «la sopa es pa la Nochebuena». La velada de bienvenida al nuevo lustro se presta, más que ninguna otra, a degustar por puro placer productos originales, innovadores o exóticos que dejarán alucinado al invitado más tiquismiquis. Una carta de delicatessen donde la nouvelle cuisine no está reñida con la tradición ni las especialidades elaboradas a partir de ingredientes típicos de la provincia de Cádiz, elegidos como alternativa o variante al no menos exquisito jamón serrano, el queso curado o los embutidos de selección.

Los buenos propósitos se formulan mejor -independientemente de que se cumplan-, acompañados de una delicada mousse de trufa, carne sazonada con salsa de menta, Bocaditos de Medina, buen vino, ahumados de Barbate o un cuidado moscatel de Chiclana (5,30 euros) al que no le puede faltar como compaña las Roquitas de chocolate de Las Trejas (6,50 euros). Y, para terminar (o para comenzar, según se mire), un cava de lujo numerado del Penedés catalán, (Celler Batle), cuyos posos se han llevado ocho años en movimiento y que propone el local Magerit por 44, 60. A partir del mediodía de hoy, las casas gaditanas se vuelcan en detallar el ritual de bienvenida al 2008, una espera que se hace eterna con el único objetivo de ser partícipes de un minuto en el que el tiempo se para y da paso una explosión de nerviosismo por lo que depare el futuro y de nostalgia por el pasado, que viaja a través del pensamiento como si de una película se tratara.

La cuenta atrás del reloj también se convierte en una maratón a la hora de vestir, decorar y llenar de refinada gastronomía la mesa familiar. Primero, el picoteo, que hay que presentar en pequeñas cantidades y dotar de un aspecto apetitoso. Para ello, varias recomendaciones. La Alacena sugiere las Banderillas de mohama y queso, el Atún ahumado y las Anchoas de Barbate, los embutidos de Jerez, o la Delicia de salmón, queso y nueces (11, 80 euros).

A los que prefieran las calorías, se les reservan unos chicharrones especiales de Paterna. Otro producto autóctono y con muy buena pinta del que dispone este mismo establecimiento es el queso de El Bosque (del Parque Natural de Andalucía). El jamón de Huelva lo oferta Miña Terra; cinco jotas por los que algunos estarían dispuestos a pagar más de 400 euros, así como el queso Payoyo. También recursos, bastante económicos por cierto, dirigidos a los que se les ocurra experimentar con la extravagancia, como las algas de Shushi o la Sopa de Miso, con guarnición de queso nipón.

Crestas y licor de setas

Rarezas como las Crestas de gallo confitadas (10,15 euros), sólo le hacen competencia al Capón de cascajares (con foie, orejones y piñones) de El Rincón del Gourmet -el año pasado los ávidos comensales se los quitaban de las manos-. En este mismo lugar merece la pena curiosear la Perdiz en escabeche al Jerez (17, 75 euros). Si es de los que piensa que el tiempo es oro y el microondas es su mejor amigo incluso en Nochevieja, las especialidades en precocinados le harán quedar de categoría. Hojaldre de vieiras y langostinos (4.95 euros), Lomo de merluza a la pimienta verde (48 euros), etc, es lo que encontrará en El Corte Inglés.

El momento del elixir le espera, después de las uvas, con unos licores especiales de Los Barrios, (Charantela, de setas), no sin los pestiños de Vejer (1.90 euros), o el Chocolate de Almendras especial de La Alacena (5,70).