serán suicidas

Un hombre entrega a dos hijos a los talibanes para que venguen la muerte de su hermano

El Ministerio británico de Defensa descartó cualquier responsabildiad de sus soldados aunque le ofreció 2.500 euros como compensación por el 'trágico' suceso

KABUL Actualizado: Guardar
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Un padre afgano ha "entregado" a dos hijos a los talibanes para que se conviertan en suicidas en venganza por la muerte de otro de sus siete vástagos, de 11 años, a manos de soldados de la OTAN. Antes del trágico suceso el hombre apoyaba a las tropas extranjeras y había formado parte de la Alianza del Norte que combatió el régimen talibán en los 90.

El niño murió cuando regresaba a casa tras visitar a unos familiares con motivo del año nuevo afgano. Viajaba junto a su padre y cinco de sus seis hermanos. Mientras conducía, el padre vio un convoy de la OTAN detenido en la calle y decidió frenar. En ese momento una bala atravesó una de las ventanillas del coche y alcanzó en la cabeza a su hijo Zaryalai.

"Estaba conmocionado. Levanté el cuerpo inmóvil de mi hijo y salí del coche, caminando hacia los militares que habían disparado, llorando y gritándoles que me mataran a mí también", ha explicado Zamarai, padre de la víctima.

Según él, los soldados se dieron cuenta de que habían atacado a un civil inocente pero el cadáver de su hijo permaneció allí durante dos horas, mientras las tropas acordonaban el área. Cuando un equipo de la Policía afgana llegó por fin al lugar, los agentes metieron el cuerpo del joven en su vehículo y lo llevaron a su casa.

"Quizá, si alguien hubiera llegado antes para llevarlo al hospital, lo podrían haber salvado", se queja el padre.

Un comunicado de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, explicó que tropas británicas habían acordonado la zona alrededor de su convoy, que se había tenido que detener a causa de un fallo técnico.

Pese a varias "advertencias verbales", según la nota, el coche de Zemarai continuó acercándose al convoy, lo que obligó a los militares a abrir fuego contra sus ocupantes.

La ISAF calificó de "trágico" lo ocurrido y recibió a Zemarai en el cuartel general del mando militar, el pasado mes julio. Allí le entregaron una carta en la cual le ofrecían 2.500 dólares como compensación por la muerte de su hijo.

"El Ministerio británico de Defensa ha concluido su investigación acerca de la muerte de su hijo Zaryalai. Se ha decidido que el Ministerio no tiene ninguna responsabilidad. Sin embargo, como excepción, estamos dispuestos a ofrecerle 2.500 dólares", según la misiva.

Zemarai no lo aceptó y poco después se reunió con algunos miembros de la insurgencia talibán en la provincia occidental de Herat. Los rebeldes le ofrecieron un pago mensual por unirse a la lucha armada contra el Gobierno afgano.

El padre, además, ofreció a dos de sus hijos para que sean entrenados como hombres suicida. "Los enviaré durante este invierno", ha anunciado el padre.

Zemarai formó parte de la Alianza del Norte que luchó contra los talibanes en la década de los 90.