PÚBLICO. En un abarrotado polideportivo, se celebró el nombramiento como Hijo Predilecto de Alcalá de Alfonso Perales, en un acto emotivo al que asistieron más de 300 personas. / NURIA REINA
Ciudadanos

Compañeros y paisanos honran la memoria de Alfonso Perales

El ministro de Interior, consejeros, diputados y la clase política se volcaron con los vecinos de Alcalá en el nombramiento de Hijo Predilecto de su pueblo La familia y Rubalcaba pusieron las notas más emotivas en el acto

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«Y no me hago a la idea de no volver a verte», así reza la letra de la canción de El Último de la Fila que la Orquesta Sinfónica Manuel de Falla interpretó al inicio del acto de nombramiento de Hijo Predilecto de Alcalá de los Gazules al político Alfonso Perales, fallecido hace un año. Este recordatorio, que comenzó con la música de Serrat y su tema Para la libertad, fue emotivo desde principio a fin, pero el nudo en la garganta se ató bien fuerte con la intervención de la hija del homenajeado, Ofelia Perales, quien relató cómo se vive «con la ausencia permanente de un ser querido». «Hace daño recordar, pero es lo único que nos queda, recordarlo como era», respondió Ofelia a una pregunta de un amigo que días antes se interesó por saber si este tipo de homenajes no hacía más daño a la familia.

Además de los lazos de sangre, en el Polideportivo Pico del Campo de Alcalá -al que acudieron unas 300 personas- se congregó buena parte de la familia socialista de la provincia, además de los propios vecinos y amigos.

La bienvenida la dio el alcalde del pueblo, Arsenio Cordero, quien tras los agradecimientos protocolarios dio paso al quinteto de cuerda de la orquesta que interpretó cuatro temas: dos de Serrat, uno de El último de la Fila y el Yesterday de Los Beatles.

Pero, sin duda, el político protagonista del acto fue el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien llegó acompañado del secretario de organización del PSOE-A, Luis Pizarro, y del alcalde de la localidad, Arsenio Cordero. Rubalcaba departió un buen rato con los hijos y la mujer de Perales. Antes del acto y durante su intervención en él hizo referencias a la familia de Alfonso Perales, con quien no tuvo ocasión de encontrarse hasta el día del entierro, «por lo rápido que fue el desenlace de su enfermedad». Comenzó agradeciendo al alcalde del municipio y a toda la Corporación, la decisión de hacer Hijo Predilecto de esa ciudad: «a alguien que yo sé muy bien que llevaba muy dentro de sí a Alcalá. Es la justa correspondencia hacia quien hace mucho decidió hacer a Alcalá de los Gazules su ciudad predilecta».

Visiblemente afectado expresó su dolor por la muerte de su compañero de partido. «Alfonso salió de mi vida sin que pudiera decirle lo mucho que le quería», manifestó emocionado el ministro, que siguió recordando al político gaditano: «Cuánto me ayudaba su fino sentido del humor, su alegría, su cercanía en los momentos duros. Cuánto apreciaba sus llamadas de los domingos, qué útiles me fueron muchas veces sus enormes dosis de sentido común».

Emoción

Rubalcaba quiso poner voz a la expresión escrita de sus sentimientos, «que un año después siguen siendo exactamente los mismos», a través de unas palabras que plasmó en un libro biográfico de Perales. «Pensando en su familia, es la razón por la que hoy estoy aquí».

El ministro del Interior subrayó que Perales se fue para siempre justo cuando atravesaba uno de los mejores momentos de su vida. «Le gustaba lo que estaba haciendo, lo hacía bien y todo el mundo se lo reconocía», sentenció Pérez Rubalcaba, ya que las semanas antes de su «brutal encontronazo con la enfermedad» habían sido «de las más felices de su trayectoria política», haciendo referencia al importante papel que desempeñó Perales en la elaboración del Estatuto y en el consenso político logrado para su aprobación. Había trabajado «denodadamente por que Andalucía tuviera el mejor Estatuto posible y lo había logrado». Rubalcaba finalizó su personal homenaje definiendo a Alfonso Perales como «un buen compañero, un buen socialista pero, sobre todo, fue buena, muy buena gente».

Al nombramiento acudió una amplia representación de la sociedad alcalaína y gaditana. A pesar de ser Perales agnóstico, en su homenaje se vieron sotanas y hábitos de monjas. También hubo representación de las fuerzas del orden, además del pueblo de Alcalá y muchos políticos: el consejero de Economía y Hacienda, José Antonio Griñán; la consejera de Igualdad, Micaela Navarro; la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves; el secretario de organización del PSOE-A, Luis Pizarro; el presidente de Diputación, Francisco González Cabaña; delegados provinciales, como el de Turismo, José María Reguera, o el de Agricultura y Pesca, Juan Antonio Blanco; diputadas provinciales y nacionales, como Mamen Sánchez, Irene Canca, Margarida Ledo, entre otros muchos. Faltó el presidente de la Junta, Manuel Chaves, pero Pizarro lo excusó, «ya que tenía compromisos anteriores pero sus pensamientos están aquí».

El pueblo de Alcalá también se hizo notar. Vicente Vera se desplazó desde Marbella sólo para asistir al homenaje «de esta buena persona». Andrés Corbacho, compañero de colegio de Perales, tampoco se lo quiso perder, y lo recuerda en la etapa escolar, «cuando ya se veía que tenía algo especial. Todo lo sabía y lo explicaba muy bien».

mmorales@lavozdigital.es