En defensa de la familia
Nuestros obispos van a terminar el año 2007 convocando una nueva manifestación multitudinaria en defensa de la familia. Ellos piensan que la familia está amenazada de muerte con las nuevas leyes del Gobierno socialista.
Actualizado: GuardarAniman a todos los políticos a que participen y lógicamente van a participar todos los que están de acuerdo con ellos y su visión estrecha de lo que debe ser la familia, es decir, estarán presentes de modo notable, muchos políticos de este país, que intentarán capitalizar la manifestación para echársela a la cara al Gobierno y convertirla en una manifestación de signo partidista con nuestros obispos de por medio.
Nuestros obispos deberían salir mas bien a la calle por muchos de los problemas sociales que vive nuestro pueblo: el problema del paro, de la vivienda, la situación de los inmigrantes, de los sin techo, los trabajos precarios, la violencia contra las mujeres y por la denuncia de un orden económico internacional injusto que provoca las grandes desigualdades sociales que trae como consecuencia la muerte de 27.000 personas cada día de hambre y de miles y miles de seres humanos como consecuencia de las guerras, los desplazamientos, las enfermedades
Nos gustaría unos obispos así de valientes, preocupados por los problemas que afectan a los que más sufren de nuestra Sociedad. ¿Qué buena forma de vivir el mensaje de la Navidad!
Seguimos viendo a unos obispos obsesionados con la defensa de su visión de la familia tradicional. En pleno siglo XXI, no parece que aceptar el divorcio, el aborto en las circunstancias establecidas por las leyes, o los matrimonios de homosexuales deba ser motivo de tanta crispación como para sacar sus huestes a la calle contra el Gobierno.
Nosotros, como colectivo cristiano, estamos a favor de la familia. Creemos que es posible vivir la vida de pareja de modo estable y duradero, pero aceptamos que quienes, por las circunstancias que fueren, no puedan seguir conviviendo, se separen y divorcien. Creemos en el matrimonio de un hombre y una mujer, pero también estamos abiertos a entender que es posible el amor y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Estamos a favor de la vida, de todas las vidas, también de cuantos mueren a miles cada día por hambre en el Mundo, pero aceptamos que el aborto debe estar permitido en las condiciones que establecen las leyes, no sólo de nuestro país, sino de casi toda Europa y en muchas partes del Mundo.
Y desde luego, lamentaríamos muchísimo que nuestros obispos al final de la manifestación terminaran dando la sensación de haber participado de lleno en la lucha partidaria, tomando opción, como siempre, por las fuerzas conservadoras y en contra de una gran parte de la población española que no estará de acuerdo con esa visión tan escorada y estrecha del concepto de familia que ellos pregonan y con la que nosotros no estamos para nada de acuerdo.
Juan Cejudo.