Recogiendo lo sembrado
Nino Manfredi no imaginó lo mucho que se iba a hablar de la película El verdugo. Cuando García Berlanga, Rafael Azcona y Ennio Flaiano le propusieron ser el actor principal del film lo aceptó no tan a regañadientes como el papel que le tocaba desempeñar. Y ya se convirtió en José Luis ese empleado de funeraria que estaba loco por emigrar a Alemania y que no quería ni en pintura la plaza de verdugo que se le ofrecía.
Actualizado: GuardarMás abajo, en Cádiz, hace dos meses a Antonio Calderón no le quedó otra que aceptar el papel que el guión le imponía. Como el gran José Luis no le quedaba otra elección: era sí o sí, esa frase tan de moda últimamente. En este caso no había posibilidad de que un indulto le salvase, sino que había que tirar para adelante con lo que había. El Amadeo de turno le convenció y el bueno de Antonio aceptó el reto. Extraña mezcla de sentimiento y profesionalidad para quien ha mamado el amarillo desde chiquito.
Ahora, los que aprovechan esta época del año para hacer análisis comprueban, con asombro, que el Cádiz es el mejor equipo de las ocho últimas jornadas. Quien lo iba a decir (17 puntos sobre 24 posibles). Pero como en la película, seguro que vendrá el momento de las ejecuciones y los condenados saldrán desde los rincones más recónditos y levantarán el grito desde aquí hasta Mallorca.
Mientras tanto a Antonio no nos queda otra que darle las gracias porque ya miramos para arriba. A algunos no nos sorprende porque ya veíamos su trabajo en el filial. Para otros habrá sido una bonita manera de reencontrarse con alguien que sabían que existía y al que le habían perdido la pista. Y eso, en cualquier ámbito, siempre es bonito. Incluso para los periodistas. Es una manera de recoger lo sembrado y no todo el mundo puede presumir de eso. Feliz año.