Prolongado secuestro
Las confusas informaciones de que dispone la opinión pública no permiten comprender fácilmente qué está ocurriendo con la suerte de la médico leonesa Mercedes García y la enfermera argentina Pilar Bauza secuestradas en Somalia. La prioridad de los gobiernos español y argentino responde sin duda a un deseo compartido: preservar la integridad de ambas cooperantes sin poner en riesgo su seguridad mediante cualquier arriesgada operación de rescate. Aun a pesar de que ello implique la prolongación del secuestro más de lo que cabía esperar inicialmente.
Actualizado: GuardarSin embargo es inevitable que la tardanza en la resolución positiva de la crisis suscite interrogantes en una ciudadanía que contempla a tanta distancia un drama de tan inciertas características. Es inevitable preguntarse si acaso el problema está más fuera de control de lo que se ha querido dar a entender o, para ser más precisos, si el secuestro de las dos cooperantes ha pasado a formar parte del pulso que las bandas y las autoridades de la región semiautónoma de Puntland mantienen entre sí y con respecto a los organismos internacionales y los países originarios de quienes desarrollan labores de ayuda humanitaria.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha de contar en estos momentos con la confianza de la sociedad y de todas las fuerzas parlamentarias, siendo depositario de las esperanzas que los familiares de Mercedes García y Pilar Bauza albergan en su pronta liberación. Pero sería conveniente que las autoridades españolas fuesen brindando a la opinión pública aquella información de que dispongan sobre la situación y cuya revelación no pueda afectar negativamente a que sus gestiones sean fructíferas en breve plazo.