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Salamanca se rebela contra la subida de impuestos aprobada por el Ayuntamiento
El gobierno municipal del PP encuentra un fuerte un rechazo a la medida, que en el caso de la basura se incrementa un 34% y el IBI, un 6% La Policía Local saca a rastras a los vecinos del salón de plenos tras las protestas
Actualizado: GuardarSalamanca lleva dos días en pie de guerra. Si el miércoles unas 25.000 personas se concentraron por tercera vez contra la subida de impuestos propuesta por el equipo de gobierno del PP, ayer, jueves, se produjeron incidentes que obligaron a intervenir a la Policía Local para desalojar a los vecinos que protestaban en el salón de plenos. Los agentes sacaron a rastra a los vecinos de la casa consistorial.
El Ayuntamiento de Salamanca apareció vallado y con un fuerte dispositivo policial para contener al centenar de vecinos que querían asistir al pleno municipal ordinario, en el que se iban a aprobar la subidas de tasas, que en el caso del Impuesto de Bienes e Inmuebles es un 16,67% y en las basuras un 34,80%.
Inicialmente la Policía Local impidió el acceso al pleno municipal a los vecinos, pero ante las reiteradas peticiones del PSOE de que se consintiese su entrada a un «acto público», el alcalde accedió y apenas una veintena de ciudadanos entraron al salón de plenos con las manos en alto y en silencio.
Orden de desalojo
Tras la intervención del portavoz socialista, Fernando Pablos, los vecinos comenzaron a gritar para decir que en el salón de plenos entraban más personas y para pedir que se les tratase «como personas, no como animales». Ante esos gritos, el alcalde, Julián Lanzarote, ordenó al secretario leer el artículo 64 del Ordenamiento Interno para proceder al desalojo de los vecinos, ante lo cual los representantes socialistas decidieron abandonar el salón de plenos. Sin embargo, los vecinos se tiraron al suelo y entrelazaron sus brazos para evitar el desalojo, al tiempo que pidieron a los socialistas que se quedaran en el pleno para votar en contra de la subida de impuestos. En el turno de intervención del portavoz del equipo de gobierno, Fernando Rodríguez, fue constantemente interrumpido por los vecinos, quien lanzaron gritos contra él de «hipócrita y cínico». Como los gritos no cesaban, el alcalde volvió a mandar el desaloje del salón de plenos.
Tras estas interrupciones, el PP, que tiene mayoría absoluta, procedió a aprobar las tasas municipales que se modifican para el próximo año.
Este hecho ha provocado también una tormenta política. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, consideró una «contradicción» del PP que el alcalde de Salamanca suba de modo «excesivo» los impuestos en la ciudad y al mismo tiempo el líder del partido, Mariano Rajoy, «comprometa fortísimas rebajas fiscales».
Por su parte, la Junta de Castilla y León dijo que «no es bueno cerrar espacios de diálogo» por lo que ha sugerido a Julián Lanzarote que sería «necesario volverse a sentar» con los vecinos para buscar «puntos de encuentro» y «dar una solución a sus necesidades y sensibilidades».