Pobre Paris Hilton
Barron Hilton, abuelo de la diva y patriarca del imperio hotelero, donará su fortuna a obras de caridad
Actualizado: GuardarEl Waldorf Astoria de Nueva York y el Cavalieri de Roma mantienen el mismo lema con el que Conrad Hilton publicitó su primer hotel en 1919: «Be my guest» (Sea mi invitado). El fundador de la dinastía pasó de botones a propietario del Mobley, un tugurio en la ciudad tejana de Cisco. Fue el primero de los 2.000 hoteles que hoy llevan su apellido, sinónimo de lujo. Conrad Hilton murió en 1979 a los 91 años y dejó toda su fortuna a la Iglesia Católica y a la beneficencia. Su hijo Barron no acató el testamento y se pasó una década entre juicios. Al final, heredó su dinero argumentando que había ayudado a su padre a construir el emporio hotelero.
Desde entonces ha debido sufrir la mala conciencia de tantos magnates, y, en una jugada similar a la de su progenitor, ha anunciado que donará el 97% de su fortuna, valorada en 1.573 millones de euros, a obras de caridad. Entre los herederos que se han quedado con un palmo de narices se cuenta su nieta Paris Hilton, que a sus 26 años no ha necesitado de un oficio para convertirse en una estrella mediática.
Así, los ocho hijos de Barron Hilton se repartirán sólo 47.5 millones de euros, entre ellos Richard, el único que ha tenido descendencia -es el padre de Paris y Nicky- y que hoy lleva las riendas de un negocio que administra 355.000 habitaciones enmoquetadas y con carta de almohadas. El abuelo de la libidinosa Paris legará su dinero a la Fundación Conrad Hilton, que tan pronto sufraga un proyecto para llevar agua potable a un poblado africano como aporta fondos destinados a drogadictos y personas sin recursos. «Estamos muy orgullosos por este extraordinario gesto», ha agradecido Steven Hilton, hijo del patriarca y presidente de la fundación. «Mi padre ha reforzado el mandato de mi abuelo: trabajar para aliviar el sufrimiento humano en todo el mundo, sin importarnos el país, la raza o la religión».
Barron Hilton se asegura así un lugar de honor junto a filántropos como Warren Buffet y Bill Gates, aunque en su decisión también ha debido influir el comportamiendo de su díscola nieta. Paris Hilton se hizo una celebridad gracias a un reality show donde otorgó una nueva dimensión con su comportamiento al término pija, al tiempo que un vídeo colgado en Internet por un novio despechado demostraba su pericia en el sexo oral.