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Gibraltar promete empezar a desmontar el 'New Flame' en un plazo de diez días
El Gobierno de la colonia duda de que el fuel recogido provenga del carguero y asegura que asumirá la responsabilidad legal si se confirma su procedencia
Actualizado: GuardarGibraltar no se apura. Ni con toda la presión que están recibiendo de los distintos gobiernos españoles a causa de las fugas de combustible del carguero New Flame, encallado en la Bahía de Algeciras, van a inmutarse. Después de días de echar balones fuera, el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, anunció lo que todos llevan esperando desde agosto, cuando el barco embarrancó, es decir, que se comenzará a desmontar el buque. Eso sí, los trabajos comenzarán «en un plazo de diez días» y podrían prolongarse tres meses.
Eso sí, por mucho que Gibraltar haya cedido finalmente, el responsable de la colonia insistió en que duda de que los vertidos en la costa de Algeciras procedan del buque chatarrero.
Por lo demás, Caruana y el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Benardino León Gross, que se reunieron en Mijas, acordaron que en las próximas reuniones del foro tripartito de diálogo sobre Gibraltar se establezcan mecanismos conjuntos de actuación medioambiental.
Mientras tanto, el dirigente gibraltareño aseguró que su Gobierno ha solicitado a la autoridad portuaria de Algeciras una muestra del carburante recogido en las playas, ya que duda de la procedencia del mismo. En este sentido, indicó que si los vertidos son de gasóleo pesado «no es posible» que provengan del buque, según sus informes técnicos, y que, si es lubricante, «es posible que haya salido en pequeñas cantidades». En el caso de que se demuestre que los vertidos proceden del New Flame, el Gobierno de Gibraltar asumirá las responsabilidades, admitió Caruana.
Respecto a la críticas, rechazó de plano las acusaciones sobre la falta de medios disponibles y se refirió a que la operación se ha llevado a cabo con las empresas «más importantes del sector», que han compartido toda la información con la autoridad portuaria de Algeciras, con la que mantienen «una estrecha relación».
También mostró su disposición de colaborar con el Gobierno español «para que la gestión sea correcta» y repitió que en el caso de que haya problemas de contaminación tendrán que asumir la responsabilidad, ya que existen leyes a nivel europeo y mundial al respecto.
Por su parte, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, confió en que el desmontaje del barco se haga en el plazo más breve posible y destacó que se había acordado establecer mecanismos de enlace entre ambos gobiernos que permitan el seguimiento del caso.
Amenazas y críticas
A todo esto, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, había acusado a Gibraltar de «desidia e irresponsabilidad» y reiteró la intención de llevar a los tribunales la tragedia ecológica.
A pie de playa, el dispositivo del Plan de Emergencias de la administración andaluza fue desactivado ayer, tras haber retirado 144 toneladas de residuos de las playas algecireñas de El Rinconcillo y Getares. Todo ello, pese a que primera hora de la mañana corrió el rumor de que estaban llegando nuevas manchas de combustible a la arena.
Desde el lado más crítico a la gestión española de la catástrofe, el PP subrayó ayer que la Junta debe asumir responsabilidades y que Chaves empieza «a padecer el síntoma Magdalena», relacionando la actitud del presidente andaluz con la que el PP achaca a la ministra de Fomento.