Dedicado a madre
En este pequeño espacio quiero que spas mamá que te dedico el Primer Premio Nacional de la Licenciatura en Humanidades. Sin duda alguna, gran parte del premio te corresponde a ti. Recuerdo cuando estaba en segundo de bachillerato de Humanidades, en el IES Rafael Alberti, cómo se te notaba tremendamente intranquila, ansiabas ofrecerme una respuesta, cuando te decía que no sabia qué carrera estudiar. Estaba hecha un auténtico lío, me gustaban tantas disciplinas: la política, la filosofía, el arte. . . Así que un día llegaste con tu siempre «sonrisa ilusionada y solucionadora de problemas» y con un papelillo verde entre tus manos: se trataba del plan de estudios de la Licenciatura en Humanidades. Una vez más, disipaste todas mis dudas. Hasta ese momento, no tenía ni idea de que existiera una licenciatura que abordara todas y cada una de las facetas que rodean al ser humano; pero ahí estabas tú para encontrar la respuesta que tanto anduve buscando. «Era la carrera hecha a tu medida», me dijiste. Con tu siempre carácter humilde y sencillo nunca te importó que no fuera abogada, periodista o médico; ni tan siquiera los comentarios de aquellos que decían que una niña con unas notas tan altas tiraría todo por la borda si se arriesgaba a estudiar una carrera que no tenía apenas salidas.
Actualizado:Por tanto, este premio es tan mío como tuyo. Has estado durante la carrera apoyándome en los momentos duros y difíciles. Porque es ahí precisamente, en esos días malos y sufridos, donde percibimos quiénes realmente merecen la pena como personas. Por todo lo que has hecho por mí, por haberme escuchado, por haberme animado, por haberme ayudado, por haberte puesto en mi lugar tantas veces; pero también, por haberme soportado, por haberme aguantado, y por haberte preocupado demasiado, mamá te doy las gracias. Porque no sólo me he convertido en una humanista a través de la formación académica; se requieren otros valores que claramente tú me has enseñado en el día a día y que aún me quedan por aprender y por adquirir: tu sabiduría, tu tenacidad, tu paciencia, tu bondad, tu simpatía, etc. En definitiva, mamá gracias por convertirme en una Humanista.
Laura Treviño Cádiz