ESPAÑA

El Gobierno prepara la ilegalización de ANV y estudia hacer lo mismo con EHAK

El Ejecutivo instará en enero a la Fiscalía para que inicie el proceso contra Acción Nacionalista Vasca para que no pueda presentarse a las elecciones de marzo

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El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiere impedir que Acción Nacionalista Vasca concurra a las elecciones generales del 9 de marzo al tener la convicción de que la formación abertzale es «una mera sucesora de Batasuna». Para ello, el Ejecutivo tiene previsto instar a su ilegalización en enero y estudia si hacer lo mismo con EHAK. Por esas mismas fechas, Baltasar Garzón puede dictar la suspensión de actividades de ANV.

La posibilidad de que este partido esté presente en la carrera electoral al Congreso de los Diputados parece cada vez más lejana. La sucesión de pruebas que lo vinculan con Batasuna se está convirtiendo en una losa de la que difícilmente se va a poder desprender. La última, la presunta existencia de una cuenta usada por los dirigentes de ambos partidos y de EHAK, según publicó el lunes El País. Este dato se suma a otros que se han ido acumulando en las últimas semanas. Uno de los más significativos aparece en el auto dictado por Garzón para encarcelar a Marije Fullaondo, según el cual, la miembro de la mesa nacional «rendiría cuentas» a ANV. La resolución deja las puertas abiertas al juez de la Audiencia Nacional para poder iniciar en breve un proceso similar al que desarrolló en 2002 contra Batasuna, cuando decretó el cese de las actividades del partido entonces liderado por Arnaldo Otegi.

Pero aunque el magistrado no opte por abrir esta vía, ANV tiene muy complicado estar en las urnas. Según fuentes socialistas, «al Gobierno se le ha agotado la paciencia». Hace apenas unos meses, la situación era bien distinta. A pesar de la ruptura de la tregua, el Ejecutivo consideraba que si Acción Nacionalista marcaba ciertas distancias con ETA, aunque fuese formalmente, se podría permitir su presencia en lo comicios, algo que no se veía mal desde el PSE-EE, preocupado porque la línea dura emprendida por el Gobierno fuese demasiado dura. Con esta finalidad se dejó que el histórico grupo abertzale pudiese presentarse en varios ayuntamientos en las elecciones municipales y forales de mayo. Los acontecimientos han echado al traste con esta esperanza y han provocado que el debate sobre la idoneidad de permitir que ANV esté en el Congreso esté «superado».

El más claro ha sido Alfredo Pérez Rubalcaba. En apenas diez días, el ministro del Interior ha lanzado dos frases clarificadoras: primero abogó por impedir que la «serpiente» de Batasuna «reviva» y luego afirmó que no tolerará que ETA tenga «la pistola en una mano y la política en otra».

La no condena de los atentados de ETA, unido a que los dirigentes de ANV «no sólo no esconden su relación con Batasuna» -matizan desde el PSOE-, «sino que hacen alarde de ella», ha acelerado el proceso. Si a las diversas apariciones públicas que han realizado dirigentes de Acción Nacionalista y Batasuna, se suman los informes que las fuerzas de seguridad están recopilando en las últimas semanas, el desenlace parece claro y podría producirse a final de enero.