Un buen momento para ellos
Los ladrones de carné están viviendo su época dorada. Por eso se dedican a atracar en esas millas de oro que hay en algunas ciudades donde se agrupa el esplendor. No creo que haya más ladrones que nunca por metro cuadrado: es que saben elegir sus territorios para hacer más rentables sus negocios redondos. Alguna ventaja tenían que tener los pobres: en las zonas suburbanas, allá donde las ciudades pierden su nombre, la principal preocupación de sus pobladores no es establecer los adecuados sistemas de alarma. Tampoco disponen de escoltas, ni de guardajurados. Claro que bajo los tejados de uralita no se suelen cobijar obras de arte, ni joyas de ilustre genealogía. Los que están expuestos al desvalijamiento son los ricos de solemnidad y hay que reconocer que esto también es injusto. Cuatro encapuchados irrumpieron en la boutique Chanel, en pleno taquicárdico corazón de Madrid, y se llevaron no sólo lo que encontraron por delante, sino lo que estaba mejor ocultados. Unos días antes, el conocido productor y ventrílocuo amateur José Luis Moreno había sido robado y agredido.
Actualizado: Guardar¿Han encontrado en España su paraíso los delincuentes? Creo que ese hallazgo viene de lejos y lo único que ha variado son los modales. No es lo mismo entrar en una consejería de urbanismo con una cartera plana, diseñada sólo para transportar documentos y lenguados, que entrar a mano armada en una mansión o en una joyería. Nos habíamos acostumbrado a los robos a punta de bolígrafo, pero nos escandalizan los robos a mano armada y cunde la alarma. Ya que no nos escandalizamos porque más de 40 alcaldes de españoles se nieguen a colocar en los ayuntamiento la bandera de España, ponemos el grito en el cielo por la proliferación de los robos, pero todo obedece a una misma descomposición. España ha dejado de ser una empresa común, pero por estas fechas hay muchas comidas de empresa. Buen apetito.