El goleador Sergio. / EFE
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El Deportivo de la Coruña también saca petróleo de su visita al Ciudad de Valencia

El Deportivo de la Coruña obtuvo una victoria por la mínima, y de penalti, y puso la soga en el cuello de un Levante que parece abocado, ya de forma casi definitiva, al descenso a Segunda División. El triunfo del conjunto gallego fue inmerecido, como inmerecida hubiese sido una victoria local, y el premio de los tres puntos se antoja excesivo para el rácano juego que se vio en Valencia. En realidad ninguno de los dos hizo méritos para llevarse los tres puntos. Sin embargo, cuando todo apuntaba al empate sin goles y en una acción sin apenas peligro, el central levantinista José Serrano tocó el balón con la mano dentro del área y el árbitro vio la pena máxima igual de evidente que todo el estadio.

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El jugador sevillano se quedó tendido en el césped completamente desolado y consciente de que su acción, aunque involuntaria, supone una condena ya demasiado pesada para su equipo.