El Atlético le regala un puesto de 'Champions' al Espanyol
Los madrileños acabaron con nueve por expulsión de Agüero y Pernía El conjunto periquito encontró en De la Peña al organizador perfecto
Actualizado: GuardarEl Espanyol venció en el Vicente Calderón y acabó el año en Liga de Campeones. Una vez más, el Atlético de Madrid no puede tener un partido normal ni siquiera por Navidad. El Manzanares vivió otra aventura, en que la estrella fue el Espanyol. El equipo de Ernesto Valverde le quitó todo el protagonismo a los rojiblancos y lo hicieron con mucho criterio y calidad. Los periquitos se quedaron con el balón, el arma fundamental de este deporte, y lo movían de un lado a otro. El Atleti sólo podía perseguir sombras, ante el desespero de Javier Aguirre.
Poco a poco, el Espanyol acalló a la audiencia con sus acometidas sobre la portería de Abbiati. Luis García cabeceó a la derecha del palo y Corominas, sólo en el punto de penalti, tiró al muñeco cuando pudo adelantar a su equipo. Pero todo cambió cuando Torrejón se puso pesado con Agüero en el centro del campo. El lateral apretó al delantero y le agarró durante unos metros de forma persistente. Agüero se lo tomó mal y le soltó un gancho izquierdo que no llegó de pleno. Fernández Borbalán no se lo pensó dos veces y expulsó al argentino que en 15 días se ha ido antes de tiempo dos veces. La ausencia del crack, lejos de intimidar a los colchoneros, le sirvió de acicate. El Atlético entró en éxtasis y se fue a por la portería de Kameni con uno menos. Es decir, lo que no había hecho con once lo lograba con diez. Y el milagro fue el gol. Simao metió la misma falta que contra el Panathinaikos, pero en la portería contraria. El Calderón se venía abajo.
De la Peña, decisivo
El Espanyol no acusó el gol. Sólo rompió un poco el guió cuando el colegiado no vio un claro penalti de Raúl García. Eso alteró a los espanyolistas. Valverde cortó cualquier amago de descontrol y pidió a sus pupilos que siguieran a lo suyo, a buscar las bandas y el pase final para Luis García y Raúl Tamudo, que logró el empate a la salida de un córner. Pero la situación cambió con la expulsión de Pernía. El Atlético de Madrid se quedaba con nueve y Valverde metía a Iván de la Peña para tirar diagonales.
Era la situación perfecta para el Espanyol, que no se volvió loco en busca del gol de la victoria. Mantuvo la calma para encontrar el momento oportuno. No tenía prisa y no sufría, ya que el Atlético sólo encontraba una solución para el ataque: balones largos a Forlán. El dominio blanquiazul era aplastante, hasta que De la Peña vio el hueco. Mandó un pase entre líneas para Luís García que fusiló a Abbiati. El Espanyol se llevaba la victoria, que pudo ser más abultada, y acabó el año en Champions.