Un nuevo triunfo del Real Madrid en Vistalegre sitúa a los blancos solos en lo más alto de la tabla

El Real Madrid tardó en despegar ante el ViveMenorca, uno de los inquilinos de la zona baja liguera, pero luego voló a muchas mayor altura que los menorquines y dejó todo dispuesto para visitar el próximo viernes al Barcelona en el Palau Blaugrana como líder.

El ViveMenorca protegió muy bien el aro hasta el descanso. También reboteó con solvencia en ataque -nueve rechaces- y, aferrado al serbio Marino Bazdaric -diez puntos en la primera parte- y al estadounidense Chris Moss -ocho puntos-, marcó la pauta y controló el marcador en una fase dubitativa de los locales. El Madrid tenía que pagar así los agujeros que dejaba en defensa. Entre el buen trabajo de los hombres dirigidos por Ricard Casas y las imperfecciones en los ajustes defensivos blancos los menorquines elevaron su baloncesto al nivel necesario para poder ganar en un feudo que, de acuerdo a la clasificación, no es de su campeonato. Hubiera necesitado otros veinte minutos al mismo nivel para lograrlo que nunca llegaron. El tercer tramo le hundió.

El ViveMenorca vivía sus mejores momentos, prolongados hasta bien entrado el segundo cuarto. Pero, aunque con cuentagotas, el Madrid iba recuperando el tono. Felipe Reyes por dentro de la pintura, el griego Mihalis Pelekanos y el estadounidense Charles Smith le fueron dando consistencia poco a poco. Pese a las dificultades, otro triple sobre la bocina, en esta ocasión del belga Axel Hervelle interrumpió el partido con la diferencia positiva para los titulares del terreno (49-45). Hasta ahí pudo sostenerse el ViveMenorca. El tercer tramo frenó en seco a los isleños. Smith y López, sobre todo Smith, despejaron los caminos ofensivos y el Madrid mató la contienda (73-58). La renta madridista se situó en veinte puntos poco después (78-58), en el arranque del último cuarto, para alivio propio. Ganando el Madrid se hacía un gran servicio a sí mismo porque su próximo partido es ante el Barcelona y en el Palau.