ÉXITO. El cocinero de Girona en la ceremonia de investidura. / AP
Sociedad

Doctor en fogones

Ferrán Adrià es investido doctor honoris causa por la Universidad de Barcelona y reclama en su discurso que la cocina sea disciplina de estudios universitarios

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El cocinero catalán Ferran Adrià apuesta por que se consiga el «reto» de que la gastronomía se convierta en una disciplina universitaria. El propietario del restaurante El Bulli en Roses (Girona) fue investido doctor honoris causa por la Universitat de Barcelona (UB) a propuesta de la Facultad de Química.

El gastrónomo optó por leer sólo el último párrafo de un discurso de casi diez páginas, que había preparado durante una semana junto con su socio, Juli Soler, y en el que subrayó que «comer bien alimenta el alma». El discurso también trata de la búsqueda del conocimiento por parte de la cocina, y de los objetivos de la Fundación Alicia -un centro dedicado a la innovación tecnológica en cocina-, de la que es presidente del consejo asesor.

«He luchado toda mi carrera y toda mi vida para que la cocina sea cultura; hoy lo hemos conseguido», dijo, y destacó que la gastronomía ha dejado de ser «secreto», cuando se ocultaban las recetas, para llegar a «compartirlo todo». Se refirió a los próximos años y vaticinó que «el futuro pasa por hablar entre todos», como con la ciencia y la química.

El cocinero explicó que la investidura no era sólo de él, sino de «toda la gente que se dedica al mundo de la gastronomía», y tuvo unas palabras para sus amigos y conocidos, a quienes agradeció que le hayan enseñado «la honestidad y el respeto», que consideró «dos de las virtudes importantes que tiene que tener el ser humano».

Adrià agradeció a la UB por el gesto «valiente» de haber escogido «no a Ferran Adrià , sino a un cocinero», ya que es el primer gastrónomo doctor honoris causa en España, aseguraron fuentes de la universidad barcelonesa.

El doctor en química por la UB Claudi Mans ejerció de profesor padrino y leyó los méritos de Adrià para ser investido doctor honoris causa. Mans dijo del gastrónomo, conocido mundialmente, que «es visto como un artista científico» porque «usa la ciencia como fuente de ideas y de creaciones artísticas».

Los méritos que aportó Mans son la «coherencia» del cocinero en el trabajo y la investigación; su uso de la ciencia como «suministradora» de información e ideas, y de la metodología científica «como pauta»; y que El Bulli es la «expresión tangible» de ambas ideas, lo que permite que «cada año cambien totalmente la carta, y que generen una media de 120 elaboraciones nuevas anuales», afirmó.

Destacó la creación de El Bulli taller, «un concepto poco habitual en el mundo culinario» -según Mans-, donde se utiliza instrumental técnico de laboratorio clásico de física y química. Tampoco olvidó la creación de la Fundación Alicia, así como que diversos miembros de la UB sean «asiduos» a los resultados del trabajo del cocinero, y los vínculos que mantiene el cocinero con varios ámbitos de la universidad.

Apoyo

Adrià estuvo arropado por su hermano Albert, también del equipo de El Bulli, y otros miembros de su familia; su socio, Juli Soler, y el resto del equipo de El Bulli; miembros de la Fundación Alicia, y más de una decena de cocineros, algunos llegados de otros puntos de España e Italia. Entre los gastrónomos había Carme Ruscalleda, Sergi Arola, Carles Gaig, Mey Hoffman, Fermí Puig, Pedro Morán y Quique Dacosta.

El rector de la UB, Màrius Rubiralta, felicitó al nuevo doctor honoris causa y dijo que el gastrónomo ayudará a desarrollar el proyecto del Campus de la Alimentación de la universidad en el recinto Torribera de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).