Atención y previsión
Actualizado: Guardara DGT afronta su primera gran operación salida con el nuevo Código Penal en vigor y en medio de una discreta tendencia positiva en los balances de siniestralidad que podría interpretarse, sin caer en la euforia, como un alentador indicio sobre el impacto positivo de las sucesivas campañas y normativas de seguridad vial. La reciente implantación de la reforma afronta su capacidad de aplicación en las peores circunstancias posibles, no solo por la avalancha anunciada de millones de desplazamientos por carretera, sino por desarrollarse en unas circunstancias de mayor riesgo a causa de las condiciones climatológicas y el carácter festivo de estas fechas. La operación salida puede ser, en todo caso, un campo de prueba propicio para confirmar si las medidas implementadas cumplen su objetivo disuasorio ante el horizonte de sanciones a los conductores más temerarios que incluyen cárcel, retirada del permiso de conducir y elevadas multas. Sin embargo, la eficacia real del endurecimiento de las penas por conducción temeraria, exceso de velocidad o bajo efecto del alcohol o las drogas tardará tiempo en poderse evaluar. Pero lo esencial es que los responsables de tráfico mantengan todo el conjunto de medidas preventivas y sancionadoras en su máxima intensidad durante estos días para evitar que todo el trabajo dedicado a difundir la severidad en las sanciones se diluya al comprobar los conductores la incapacidad de la administración para llevarlas a cabo. Según las últimas estimaciones el número de alcoholemias positivas se va reduciendo casi en un cincuenta por ciento acreditando que la conjunción de dureza sancionadora, vigilancia de los agentes y prevención derivada de la publicidad institucional son los mejores instrumentos para incrementar la seguridad en la carretera.