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Para ganarle al Eibar el Xerez va a tener que trabajar más que el cirujano de Cher. La moral de la afición azulina está más gastada que la piedra del mechero de Bob Marley. El equipo anda más perdido que Pulgarcito en una panadería y está más hecho polvo que la toalla de Eduardo Manostijeras. Yo, con respecto a todo esto, antes era indeciso ahora no sé. De todas maneras, lo que quiero es salir esta tarde de Chapín más feliz que un fotógrafo de Playboy. Esta tarde el Eibar no puede ni ganarnos ni empatarnos. Si lo hace nos mata y nos quitará una parte muy importante de nuestra vida. Es verdad que últimamente los jugadores del Xerez CD tienen el cerebro comunicado con el culo, cada vez que piensan hacer algo la cagan, pero esperemos que hoy se cumpla aquello de todo tiempo pasado fue anterior.
Actualizado: GuardarSólo quien ha comido ajo puede dar una palabra de aliento. Es por ello que yo me he puesto ciego de papas alioli y grito a los siete vientos, perdón a los cuatro, que siete son los mares, «A por ellos». Y aclamo a mi equipo, el Xerez CD, porque aclamar es aplaudir con la garganta. Esta tarde estaré en Chapín, en Fondo Sur, en la jaula, con el Mimo y su primo, el Gallardo no viene, que tiene una boda. Espero divertirme y no tener que partir mi reloj para matar el tiempo. Nos hacen falta los tres puntos como la sal a un guisado y esto es tan real como que la música japonesa es una tortura china.
La mujer es el conjunto de curvas capaz de poner recta la única curva que tiene el hombre. Tras esta tontería sublime sigamos hablando del partido de esta tarde ante los eibarreses. El que quiera celeste, que mezcle azul y blanco, los colores del mío equipo. Celeste es como quiero ver yo el cielo tras el partido ante el Eibar. Ando un poco harto de tantas nubes negras semana tras semana. Y Llo Ke zoi hun onvre curtivao estoy en disposición de decir que lo importante no es ganar sino hacer perder al Eibar.
El eco es el que tiene siempre la última palabra. Mi Deseo expreso o mi deseo de máquina es que la última palabra la tengan los delanteros del Xerez CD y no Porato, nuestro portero, que aunque en sus últimas apariciones está destacando, sigo pensando que no me parece un guardameta de garantías y que no las coge ni Porato ni Porbajo. Optimista es aquel que cree que puede deshacer un atasco tocando el claxon y debo reconocer que yo de optimismo ando cortito, pero de todas maneras todo el mundo debería creer en algo y yo creo que me voy a tomar otro ron. Para ganar el Xerez al Eibar va a tener que trabajar duro y yo sé lo que es trabajar duro porque lo he visto.
Llegados a este renglón pensarán ustedes: No está loco este colega. Y ante eso sólo les puedo decir que yo no sufro de locura, sino que la disfuto cada minuto. En estas fechas extrañables, porque me parece extrañísima la posición que ocupa mi Xerez en la tabla clasificatoria. El xerecismo no se merece ver a su escuadra tan abajo y tan mal. Anda Casuco, antes de irte para tu Casuca sálvanos por favor del infierno de la Segunda B.
Empieza por plantear el partido como Dios manda. Que Dios es del Xerez. Hoy el Eibar se tiene que ir para el otro extremo de la geografía nacional con la cara partida. Todas las batallas sirven para enseñarnos algo, incluso las que perdemos y como de eso, de perder, sabemos un montón, a ver si a partir de hoy se nota que estamos aprendiendo.
Esta tarde unámonos todos, pero no sólo para estar juntos sino para hacer algo juntos y ese algo debe ser tumbar al Eibar, hacer morder el polvo a los vascos. No es que tenga miedo a que el Xerez descienda, es que no quiero estar allí cuando suceda. Hay que empezar a sumar de tres en tres y hoy se me antoja una tarde maravillosa para comenzar a hacerlo.
El miedo es un sufrimiento que produce la espera de algo malo. Y yo debo reconocer en esta previa que tengo más miedo que una cucaracha en un gallinero. Estamos a cinco puntos de la salvación y no podemos permitirnos alejarnos aún más de ella. El Xerez debe, puede, luego quiere ganar. Entre todos los que nos demos cita esta tarde en el coliseo chapiniano debemos crear el ambiente propicio para que el Eibar caiga si apelación ente el equipo azulino. El presente es la viviente suma del pasado. Y este pasado nos tiene anclados en el abismo de la clasificación. Asibismo decir que de nada nos va a servir lamentarnos de los malos tiempos que vivimos, lo único bueno que podemos hacer es intentar mejorarlos y para ello nada mejor que darle pal pelo al Eibar.
Señoras, señores, no me alargo más, me quedo con mi 1.83. Felices Fiestas y gracias por aguantarme. FORZA XEREZ.