Angulo se siente «apuñalado» por la forma en que lo está tratando el Valencia

«Me han clavado un puñal en el corazón y la herida tardará en cicatrizar. Tengo un dolor muy fuerte». Primero fue Cañizares, después Albelda y ayer Miguel Ángel Angulo, el tercer apestado del Valencia, el que se confesó en público. Dos días después de saber que no cuentan con él, todavía alucina con las formas empleadas. Se lo comunicó por teléfono a su representante Miguel Ángel Ruiz, el director deportivo del club, cuando el futbolista estaba de baja. «No han tenido ni el valor de dirigirse a mí», se lamenta.

Tras diez años en el club donde deseaba retirarse, Angulo se siente «jodido», sobre todo por no poder despedirse de la afición. Una hinchada que le aprecia y ante la que cree que los dirigentes che no le conseguirán humillar. «Lo van a intentar. Podrán hacerlo con mentiras y difamaciones, pero no con el currículo, los títulos, el trabajo, la humildad y el esfuerzo».

Prefiere no buscar culpables pero se decanta por una «decisión consensuada» por el entrenador, el director deportivo y el presidente. Entiende que su final no puede ser sólo obra de Koeman, sencillamente porque no le conoce lo suficiente ya que sólo ha jugado dos partidos con él. Tampoco puede ser por una cuestión de indisciplina, ya que asegura que obedeció todas las normas impuestas por el club, ni por filtrar a la prensa cuestiones del vestuario porque su relación con la prensa ha sido «nula». Tras el descanso navideño y con su mujer embarazada, no descarta seguir entrenándose con el Valencia si no encuentra una buena oferta del extranjero. No tanto como Albelda, pero era otro de los que entraba en los planes de Luis Aragonés para la Eurocopa. Y con todo lo que está cayendo, el Valencia se la juega a todo o nada frente al Zaragoza en un choque que en caso de derrota podría agravar su crisis.