ANABOLIZANTE

'Con ese cuerrrpo que tú tiene'

Me gusssstas, nnnnnggggggrrrrr, mi arrrrra, Ama Rosa, ¿qué tiene, por favó? Nnnnggggrrrr, ayyyy... Cada vez que apareces, en ese anuncio de colonia, que por cierto no sé ni qué colonia es, hija de mi alma, con ese arrrrrrrte que tú tienes, cantando el "Daimon ar de gers best frens" de Marilyn, digna heredera de ella, pero en versión negra... Ngggggrrrrrr... ¿Ay omá!

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Con ese vestidito y ese meneo, tu baile, tu cara, qué alegría de verte para mis pupilas heterosexuales, pero es que por tí me cambio hasta el metabolismo, Beyoncé.

Tú me has devuelto la fe en este mundo, y en las mujeres femeninas por derecho. También el culo de Jennifer López me dio algo de esperanza, pero es que tú te sales del pellejo, literal y metafóricamente, Beyoncé, con esa pedazo de pierna que le pegas una patá a alguien y lo mandas pa residencia, con tus hechuras de gordita gloriosa, viva tú hija, con tu tripita y tó tus avíos. Y ya pueden decir lo que quieran, que si la Angelina Jolie es la más sexy de la historia, que la novia del futbolista es la más glamourosa... ¿Tes quí ya, con esos culos escurríos de yanki jarta lechuga?

No, Beyoncé. Tú vienes a sacudirnos los complejos y las pamplinas. A recordarles a los hombres, que últimamente andan medio tontos, lo que es el gusto de la carne. A recordarnos a las mujeres, que andamos más tontas todavía, que es bonito ser sexy y hembrona, femenina. Que existe algo más allá de unos vaqueros y un yersi al estilo grounge. Que hay vestiditos dorados, melenas voluptuosas y curvitas ordinarias que nos gustan y nos suben la autoestima cuando las lucimos...

Me gustas, Beyoncé. I like you. Por tu belleza, por tus hechuras, por lo bien que cantas, por tu forma impúdica de bailar... Y sobre todo porque cada vez que te veo por la tele soy capaz de comerme media olla de berza con su pringá y su pan de kilo, sin tener remordimiento de conciencia ninguno.