El Gobierno despide con alivio la legislatura más crispada
Zapatero confirma que las elecciones serán el 9 de marzo
Actualizado: GuardarEl Gobierno despidió con alivio la legislatura más crispada, confiado en que las próximas elecciones reforzarán su mayoría y pueda abrirse una nueva etapa que favorezca los acuerdos. Más inquietos, los parlamentario del Partido Popular abandonaron el Congreso sin saber muchos de ellos si regresarán en primavera. José Luis Rodríguez Zapatero anunció al término de la última sesión parlamentaria que el 9 de marzo se celebrarán elecciones generales, por lo que disolverá las Cortes el 14 de enero para que la campaña electoral dé comienzo el 22 de febrero.
Así se agotaron cuatro años de debate político que el presidente Marín calificó con el eufemismo de «emocionantes» para no faltar a la cortesía parlamentaria. Pero hubo una coincidencia unánime en que la legislatura no ha dejado un buen sabor de boca a sus protagonistas y nadie se atrevió a declararse nostálgico de la experiencia vivida.
Críticos
«Ya se acabó», comentó en pasillos el ministro de defensa, José Antonio Alonso, que confesó sentir «sensación de alivio» al concluir una legislatura que no le parece ejemplar. Este era el ánimo de los diputados socialistas en el día de la despedida y no faltaban los más críticos que declaraban abiertamente su deseo de que, a partir de ahora, se abra una nueva etapa y el próximo mandato no resulte contaminado por el que ahora concluye. Eso sí, seguros de repetir y confiados en el triunfo electoral.
«Ha sido horrible», «faltó algo tan esencial como la buena retórica», «no se puede decir que hayamos alcanzado un debate de altura», «falló la atención a lo relevante y, en la mayoría de las veces, no se respetó al orador», se quejaban los socialistas.
En las filas del partido opositor dominaba la inquietud. A un estado de ánimo poco elevado se sumaba la ausencia de noticias sobre las listas electorales. Según los afectados, la incertidumbre sobre el futuro más inmediato presidió también la cena de Navidad en la que Mariano Rajoy reunió el miércoles a los parlamentarios del Congreso, Senado y el Parlamento Europeo.
Como siempre
«Hoy nos vamos de aquí sin saber si volveremos», constataban los populares sin que sus jefes se inmutaran por ello. «Siempre ha sido así», argumentaba en el pasillo el secretario general del PP, Ángel Acebes, al recordar que sólo se conocerán los cabezas de lista a primeros de enero y, poco después, el resto de las candidaturas.
Los políticos del partido opositor aseguran que nunca hubo tanto desconcierto como ahora porque en épocas de Aznar todos sabían quién pertenecía a su equipo y con Mariano Rajoy «nunca se sabe». Por si acaso, estos días se esfuerzan en multiplicar sus intervenciones en los medios de comunicación y tratan de estar siempre presentes.
Anomalía
La última jornada parlamentaria dejó para la historia un hemiciclo casi desierto durante los debates y un lleno casi total en las votaciones. Lejos de la tensión, insultos, abucheos, jaleos y crispación que dominaron las sesiones de estos cuatro años, el pleno se desarrolló en medio del hastío de algunos y el desinterés de la mayoría de sus señorías.
El histórico parlamentario canario Luis Mardones, que deja la carrera de San Jerónimo después de 25 años como diputado, resumió el sentir de la mayoría de los parlamentarios al cerrar la legislatura: «Ojalá que la próxima legislatura no sea consecuencia de lo que ha ocurrido en ésta, porque eso sería lamentable».
Antes de levantarse la última la sesión, la legislatura dejó otra anomalía para los anales del parlamentarismo al aprobar la tramitación de un decreto como proyecto de ley. «Les espero en las próximas jornadas», anunció Manuel Marín tras avisar de que la Mesa y la Junta de Portavoces tendrán que reunirse para decidir si dedican las vacaciones a tramitar la ley o la dejan morir con la legislatura. En todo caso, los diputados seguirán cobrando sus sueldos hasta el día de las elecciones.