Economia

Caja Madrid afianza su poder en Iberia, que cierra sus libros de cuentas a Gala Capital

La aerolínea justifica su rechazo en que no puede perder el tiempo con ofertas inconcretas y poco sólidas

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El consejo de administración de Iberia celebrado ayer sirvió para que Caja Madrid oficializara su condición de nuevo accionista de control de la aerolínea. La entidad presidida por Miguel Blesa incorporó dos nuevos consejeros a la compañía, con lo que ya cuenta con tres asientos en el órgano de control de Iberia. El consejo decidió cerrar la puerta a Gala Capital, a la que denegó el acceso a sus libros de contabilidad. La empresa presidida por Fernando Conte no perdió la ocasión de recordar, en alusión a los amagos de ofertas recibidas en los últimos meses, que está cansada de propuestas inconcretas y sin un plan industrial serio.

En menos de un mes, Caja Madrid ha pasado de controlar el 10% de Iberia a tener en su poder el 23% tras comprar sus participaciones en la aerolínea al BBVA y Logista. Ahora, el denominado 'núcleo duro' de la compañía queda limitado a la propia caja, British Airways (10%) y El Corte Inglés (2,9%). La posición de fortaleza de Caja Madrid ya se hizo evidente esta semana en el 80 aniversario de Iberia, cuando Miguel Blesa se convirtió en el objetivo de todos los focos y las preguntas sobre el futuro de la aerolínea.

El escenario actual es muy distinto al de hace muy poco tiempo. Ahora hay un accionista de referencia -en el que algunos ven la mano de Esperanza Aguirre, en un intento por no perder Barajas ante una empresa extranjera- con el que se deberá negociar sí o sí. Por el momento, Blesa no ha cerrado la puerta a nadie. Pero en la práctica, todo el movimiento alrededor de la compañía se ha parado en seco. Caja Madrid y El Corte Inglés ya han lanzado sutiles mensajes a British Airways para que se implique más a fondo en el futuro de la aerolínea española.

Argumentos

Iberia justificó su negativa a Gala Capital en «el interés de la sociedad». El consejo de administración explicó que, en estos momentos, se debe dar «la máxima prioridad al cumplimiento de los objetivos fijados en el Plan Director» así como a «potenciar la mayor eficacia en la gestión de la compañía».

La aerolínea argumenta que para sacar adelante sus planes necesita moverse un escenario de «estabilidad y certidumbre». Algo que, dice, resulta imposible si se ve inmersa en un proceso de «análisis de la compañía por terceros que hasta ahora no han presentado oferta vinculante». De todos modos, y en un ejercicio de diplomacia y para no dilapidar oportunidades futuras, Iberia añade que en el caso de que en el futuro reciba una oferta en firme, «el consejo valorará en su momento la conveniencia para la sociedad de dar acceso a información no pública de la compañía».

Gala Capital, fondo de inversión participado por Alicia Koplowitz y la familia Del Pino, reconoció ayer que el rechazo a abrir los libros de Iberia «dificulta» su intención de lanzar una oferta en firme y exigió «el mismo trato» que dio en su momento a Texas Pacific Group (TPG), a quien dio acceso con condiciones a sus cuentas.