![](/cadiz/prensa/noticias/200712/21/fotos/046D5CA-DEP-P1_1.jpg)
Simao destierra en el 94' el victimismo 'colchonero'
Un golazo del luso en el descuento le da el primer puesto a los rojiblancos Culmina una remontada que comenzó en el 74' Luis García
Actualizado: GuardarAlgo ha cambiado definitivamente en el Atlético de esta temporada. El victimismo parece desterrado a orillas del Calderón y hasta la suerte se alía con los rojiblancos. Esta vez, los rojiblancos estuvieron espesos y precipitados de cabo a rabo pero tuvieron la fe y el acierto suficientes para remontar con diez y sobre la hora. Un golazo de falta en el 94' de Simao rescató a los de Javier Aguirre, les dio el liderato de grupo y les permitirá lidiar con un rival sencillo en el primer cruce. De paso, castigó a un Panathinaikos ultradefensivo que quiso hacer valer su acierto en uno de los contados contragolpes, que no paró de hacer faltas tácticas y que, eso sí, demostró por qué hasta ahora no había encajado ningún gol en esta Copa de la UEFA.
Sólo en la parcela defensiva se permitió Aguirre el lujo de rotar. Y a fe que lo acusó su equipo, ya que ni Ze Castro ni Fabian Eller dan la talla necesaria para poder luchar codo a codo con los grandes. Tampoco les exigió mucho el Panathinaikos, pertrechado con descaro atrás, pero bastaron sus mínimas aproximaciones para palpar que la zaga rojiblanca no se sostiene.
Nada más empezar, Salpingidis se plantó en los dominios de Abbiati pero lanzó a las manos del portero. Un aviso. En la segunda, encontró hueco por la derecha, se internó en el área y, ante la mirada inocente de Eller, la cruzó de maravilla ante el petrificado portero italiano. Hasta ese minuto 33, el Atlético había dominado pero de forma ficticia.
Los 'colchoneros' tenían el balón pero eran incapaces de romper el entramado heleno. Faltaba chispa, movilidad, fluidez en el centro del campo, donde se echaba de menos al lesionado Maniche. Como Cléber Santana, que ocupa plaza de extranjero, puede haber cientos en Brasil. Luis García y Maniche no desbordaban por banda, se venían al centro y ahí se generaba un embudo imposible. En esa tesitura, ni Sergio Agüero ni Diego Forlán podían aparecer.
Riesgo hasta el final
Al técnico mexicano no le quedó otra que arriesgar en la reanudación. Primero prescindió de Cleber y buscó más profundidad, más banda, con Simao. Como la situación no mejoraba, eliminó a Ze Castro y dio una nueva oportunidad a Reyes, que brindó en bandeja el empate a Luis García. Aciertos plenos de Aguirre. El Atlético se había visto impotente para romper el entramado griego, pero veía la luz a un cuarto de hora del final merced a una excelente combinación que definió Luis García. El partido parecía morir entre un sinfín de parones y la tontería que le costó la roja directa a Raúl García, pero el poco público ya enfilaba los vomitorios Simao Sabrosa justificó parte de su fichaje.