Barbadillo comienza a embotellar su Manzanilla en Rama de invierno

Las 1.200 botellas de 37,5 centilitros que se pondrán a la venta corresponden a la Saca de Invierno de este excelente caldo que toma su nombre y tiene su principal peculiaridad en el hecho de que pasa directamente de la bota a la botella, sin filtrar. Es por eso por lo que una semana antes de que esta manzanilla llegue al tren de embotellado hay que someter los mil litros que se pondrán a la venta -extraídos de diez botas seleccionadas en la bodega- a un tradicional y artesanal método de clarificación del vino con claras de huevo. Como explicaba ayer Rosario Pérez Barbadillo, directora del Museo de la Manzanilla de esta bodega sanluqueña, «éste es un método artesanal que seguimos utilizando en Barbadillo para la manzanilla en rama que sacamos al mercado», frente al uso extendido de otros sistemas más industriales que ponen en práctica otras casas del Marco de Jerez.

Con una media de ocho años de vejez y unas excelentes características organolépticas que varían según la estación en que se haya extraído la manzanilla de la bota -hay Sacas de Primavera, Verano, Otoño e Invierno-, son pocos los afortunados que podrán saborear las excelencias de este producto premium que sólo se encuentra en los restaurantes de más alta gama y que los interesados en adquirirlo tendrán que comprar a través de la tienda virtual de Barbadillo (en la web www.barbadillo.com), en la nueva tienda de la bodega en Sevilla, ubicada en la plaza Nueva, o aquellos suscriptores que anualmente adquieren las cuatro Sacas por Estación, lo que supone una producción anual de unos 4.000 litros.

Otra particularidad de esta Manzanilla en Rama está en su estrecha vinculación con su ecosistema, la Reserva de Doñana, a cuyo cuidado y mantenimiento dedica Barbadillo los beneficios de su venta. Es por eso también que en las elegantes etiquetas de cada una de las sacas de este caldo aparece la imagen de alguna de las especies que conviven en este parque natural.

En cuanto a la calidad de esta Saca de Invierno, fue la enóloga de la bodega, Monserrat Molina, la que se encargó de destacar que el suave otoño ha permitido una crianza excelente de la manzanilla «Está más tierna, más mantecosa», dijo ayer Molina, que también recalcó que todas estas propiedades y el comportamiento del vino quedarán reflejados en la contraetiqueta de las botellas, que ella misma escribe en cada ocasión, ya que «al ser diferente según la estación se puede identificar el efecto del clima en sus características».