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Visita a un hogar revuelto
El Cádiz se enfrentará este sábado a un Nàstic de Tarragona en horas bajas; la plantilla grana ha recibido la bronca de su presidente por los malos resultados
Actualizado: GuardarNo está pasando por un buen momento el Nàstic de Ta-rragona. Acumula ya cinco jornadas sin conocer la victoria y en la directiva están de uñas con el equipo. Y no es para menos porque tras el descenso del año pasado ni por asomo podría pensarse que a estas alturas de la temporada se encontrarían más cerca de Segunda B que de Primera. Desde las altas esferas del club rojillo no se explican como una plantilla hecha para ascender, y que cobra como una de Primera, el puesto que se ocupe en la actualidad sea el décimo-séptimo, a sólo dos del barranco que conduce a la Segunda B.
A tal punto ha llegado la indignación con el comportamiento del equipo que el presidente de la entidad tarraconense, Xavier Salvador, ha perdido la paciencia. Y como prueba de su enfado con la trayectoria del Nàstic, esta semana ha visitado al equipo antes de que comenzara un entrenamiento. Y no. El motivo de su visita al vestuario no era felicitar las fiestas navideñas sino todo lo contrario. Salvador ha dado un fuerte tirón de orejas a sus profesionales por el poco rendimiento que están demostrando pese a que sus honorarios son de los más generosos de la categoría.
Bronca en el vestuario
El sólo hecho de verse en zona de descenso aterra al mandatario tarraconense y aprovechando su desplazamiento a la ciudad deportiva ha intentado motivas, a su manera, a su equipo para que consigan una victoria ante el Cádiz este sábado. De caer derrotado en el Nou Stadi, es muy probable que el conjunto grana acabara el año en puestos de descenso.
Ni que decir tiene que el entrenador del Nàstic de Tarragona, Javi López, ha tenido tiempos mejores. Sin ir más lejos los que pudo pasar el año pasado mientras entrenaba a un alegre Salamanca. De momento, su cabeza no está en peligro pero todo indica a que de seguir así la dinámica del equipo pronto se le acercará el ultimátum.
El Nàstic se encuentra a tres puntos del descenso y este sábado tiene la obligación ante su afición de despedir el año en casa con una victoria ante el cuadro amarillo.
Ya en lo deportivo, el técnico salmantino se plantea una revolución en el once. En parte por las bajas aunque también motivada por el mal momento de juego que atraviesa el conjunto grana.