ÚLTIMO DÍA. Los ministros deben llegar hoy a un acuerdo. / AFP
Jerez

Bruselas ultima la propuesta que permita cerrar hoy la OCM del vino

Apuntan que el texto «incluirá cambios que afectarán a todos los países» Los ministros buscarán un acuerdo en una reunión que se prevé maratoniana

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La Comisión Europea (CE) y la presidencia portuguesa de turno de la UE ultimaban ayer una nueva propuesta, que presentarán a los países comunitarios, con la que pretenden cerrar un acuerdo sobre la reforma de la Organización Común de Mercado del vino.

Con esta nueva oferta, la CE y la presidencia tratan de recoger las demandas de los ministros de Agricultura, quienes por segundo día consecutivo negocian la revisión de la OCM, con intensas reuniones y contactos bilaterales.

Según fuentes comunitarias, el texto, el segundo hecho público en estos dos días, iba a ser presentado «en breve», aunque al cierre de esta edición se desconocía la hora exacta en que se reanudaría el Consejo, anoche o incluso hoy. La propuesta incluirá «muchos cambios» respecto a las propuestas conocidas hasta ahora, y que afectarán a «todos los países».

Los ministros de Agricultura tratan de consensuar, en esta reunión que se esperaba maratoniana, la reforma del sector vitivinícola sobre la que empezaron a discutir hace casi un año y medio.

Las cuestiones que complican un acuerdo son el reparto del dinero de la UE para cada país; el futuro de los tipos de ayudas que se permitirán para el sector, así como la fecha para liberalizar el cultivo de viñas y suprimir los derechos de plantación, que ahora las restringen.

La reforma que negocia la UE mantiene el presupuesto total para la OCM (1.268 millones de euros anuales) pero cambia la forma de repartirlo: una parte irá para planes que fomenten el arranque voluntario de viñas (175.000 hectáreas en tres años es el objetivo en la última propuesta) y otra a los llamados sobres nacionales.

Los sobres son asignaciones financieras a los Gobiernos para que ayuden al sector con medidas según su criterio.

La propuesta de compromiso presentada el lunes ya ampliaba las medidas que podrían financiarse con esas partidas y establecía la posibilidad de que los países dieran un pago directo o ayuda por superficie al viticultor para compensarlo por la pérdida de otros tipos de ayuda.

Esta concesión es favorable precisamente para España, que en toda la negociación ha reclamado poder dar ese tipo de pago y también vincularlo a contratos con las industrias de bebidas, para que no queden desabastecidas como consecuencia de la reforma.

En este sentido, la OCM que negocian los Veintisiete planteaba la supresión de apoyos actuales a la destilación de crisis, a la destilación de alcohol de uso de boca (usado por las industrias del brandy de Jerez y licores) y a las primas al mosto, pero en el Consejo ha habido movimientos.

La única propuesta que se conoce hasta el momento prevé el mantenimiento durante tres años de la destilación de crisis y en el caso de las ayudas al mosto, la CE y la presidencia han sugerido que para responder a Italia, principal beneficiado en este ámbito habría que retocar los sobres nacionales y reducirlos.

España está en desacuerdo con este último punto que, según varias fuentes, ha llevado a Italia a mantener una de las posturas más duras en la negociación.

Para el Gobierno español, uno de los apoyos de más interés es el de la destilación para uso de boca, pero España considera que con la flexibilidad en los sobres podría compensarse su pérdida.

Sin embargo, el presidente del Consejo Regulador del Brandy de Jerez, Evaristo Babé, ya comentó el lunes que en esta negociación España «no puede aceptar menos concesiones que las que se hagan para la chaptalización o la liberalización de viñedos».