Exigen que una película sea 100% española si su máximo responsable lo es
Batalla por el cine con marchamo español. Un grupo de cineastas rechaza la enmienda introducida por CiU y apoyada por el PP que cambia los requisitos para que una obra cinematográfica sea considerada de nacionalidad española. Antes, para que una película se considerara cien por cien española era imprescindible que el director fuera español o comunitario. En el nuevo texto, ya no es indispensable, valdrá con que lo sea el 75% del personal. Si la citada enmienda sale adelante el próximo jueves en el Congreso de los Diputados, una película considerada cien por cien española podría estar dirigida por, por ejemplo, Woody Allen, o cualquier otro realizador extracomunitario.
Actualizado: Guardar«La eliminación de este requisito abre un melón que no sabemos donde nos lleva. Entendemos que el espíritu de la nueva Ley de Cine es promover el cine europeo y nos extraña que un filme sea cien por cien español cuando su máximo responsable -el director- no lo es», manifiesta Manolo Martín Cuenca, uno de los más de ochenta directores que, «de manera espontánea», han preparado un texto en el que manifiestan su rechazo a esta enmienda al texto del proyecto de la Ley del Cine aprobada el pasado 10 de diciembre en el Senado.
Vicente Aranda, Miguel Albaladejo, Montxo Armendáriz, Miguel Bardem, Alex de la Iglesia, Álvaro Fernández Armero, Salvador García Ruiz, Cesc Gay, Carlos Iglesias, Sigfrid Monleón, Daniel Monzón, Juan Potau, Javier Rebollo, Jaime Rosales, Miguel Santesmases, Daniel Sánchez Arévalo, Santiago Tabernero, Enrique Urbizu, Felipe Vega y Felix Viscarret son algunos de los muchos realizadores que piden que la enmienda sea rechazada a su paso por el Congreso de los Diputados, el próximo jueves, al entender «que vulnera la excepción cultural europea y que perjudica a la identidad del nuestro cine. Tanto la forma de introducirla, como el contenido, nos agrede a nosotros y al cine español y europeo en general», resaltan en un comunicado.
Más preocupados
Tras tener conocimiento de esta enmienda y hablar con el Ministerio de Cultura, este grupo confiesa que ha aumentado su preocupación «porque se abre una puerta muy peligrosa». No obstante, se pronuncian a favor de las coproducciones, el intercambio y que nuestro país sea plató para realizadores extranjeros.