Zambomba

El domingo hubo varias por nuestra ciudad, pero la más sonora se celebró en el Carranza. Hace tiempo que Cádiz no tiene plaza de toros, y los oles sólo se escuchaban en el Carranza. Y ya hacía tiempo que no se gritaban. Ayer volvieron. Decir que el partido fue para enmarcarlo es mentir, pero como ya se ha dicho infinidad de veces, en Segunda e incluso en Primera no es fácil jugar bien al fútbol. Pero coraje, ganas y amor propio es algo que se debe exigir. Y ayer se vieron estas actitudes en el Carranza. Que los goles no son unas obras de arte, bueno sí, pero valen lo mismo. Y además, es verdad que parten de unas polvoronadas del portero visitante (es fecha de eso, del polvorón), pero también hay que estar en el sitio para recoger el regalito. Bien Dani ¿¿Tunante!! El Celta es buen equipo, pero su entrenador fue un bravucón. No se puede despreciar a nadie, ni prejuzgarlo, por que te pueda pasar esto. «Tres y pa tu casa».

Total, buen domingo de fútbol. Con todos sus ingredientes: alegría, sofocón, alegría ¿¿Fútbol joe!! Cuando las cosas se hacen mal, o simplemente no gustan, lo normal es que te lo digan, y hay que saber reconocerlo. Lo mismo que cuando se hacen bien o gustan, te lo van a decir y debes saber ser humilde. Hoy tocan felicitaciones, ¿Me gusta felicitar a la gente! El que piense lo contrario es tonto. O no creen que a todos nos gustaría felicitar a los futbolistas del Cádiz todos los do-mingos. Solo faltó una cosa en la zambomba, que los felicitados haciendo alarde de su humildad hicieran las paces con los de Vocento. De seguir así, es para darle a alguno con la zambomba en el coco.