Natividad de hipoteca
El ángel del señor (presidente) anunció a Manterola que debía hacer el segundo puente. Así empezarán, dentro de unos cuantos siglos, las crónicas que hablen del Bicentenario y de sus Fiestas. Como ha sucedido siempre a lo largo de la historia, se cambiará un Dios por otro y, si la divinidad es Cádiz, seguramente Teófila será una de sus profetas (no creo necesario recordar el refrán) y el tercer acceso uno de los milagros.
Actualizado: GuardarLo bueno de cada civilización, país o comunidad de vecinos es que puede cambiar la historia, adaptarla, moldearla o incluso inventarla con la excusa de hacer más felices a sus propietarios, paisanos o civilizados. Por eso ya se ha cambiado al Niño Jesús por la extra de diciembre, a los camellos por el centro comercial y el oro, el incienso y la mirra por el coche, el móvil y la póliza de seguros. A mí, personalmente, me parece una idea estupenda. Antes en cada barrio había dos iglesias y, ahora, un BBV-A y un Cajasol. Hipotecas a fin de mes han sustituido la petición al santo de turno. Eso sí, la penitencia, en forma de saldo negativo en la cuenta del banco, sigue perdurando. Y el cepillo por la intercesión, demos gracias al Señor, se sigue pasando. Y quien se salga del rebaño, embargo y excomunión.
Dentro de unas centurias, cuando Cádiz sea la religión, contaremos en las escuelas que el malvado rey Román mandó quitarle la PlayStation 3 a todos los niños que hubieran nacido cuando se abrió La Pepa para que nadie lo celebrara. Su plan habría fracasado porque Mágico, el Yuyu y Andy&Lucas (como decían las escrituras en grandes titulares) dieron el chivatazo. Lo que me temo es que, después de la Navidad, viene la pasión y muerte, y todavía no está escrito a quién vamos a crucificar por todo esto.