OPTIMISMO ESPAÑOL. La ministra española ve avances en el nuevo documento, pero cree que aún se puede perfeccionar. / EFE
Jerez

La UE abre la puerta a que España mantenga las ayudas al brandy

La OCM permitirá pagos directos al agricultor que compensarían el fin de la destilación de uso de boca El texto no recoge esta posibilidad, pero flexibiliza los criterios para utilizar los fondos del 'sobre nacional'

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La presidencia portuguesa de turno de la Unión Europea y la Comisión Europea (CE) dieron ayer el pistoletazo de salida a la negociación final de la reforma de la OCM del vino, y lo hicieron con la presentación de la nueva propuesta que pactaron y en la que, como recalcó ayer la ministra de Agricultura española, Elena Espinosa, «se recogen la mayor parte de nuestras aspiraciones».

Entre las principales novedades del texto que se conoció ayer durante el Consejo de Ministros, y sobre el que Bruselas quiere que haya un acuerdo definitivo mañana cuando termine esta cita, destaca el hecho de que por primera vez la CE abre de forma real y efectiva la puerta a la posibilidad de que se mantengan las ayudas a la destilación de alcohol para uso de boca, el que se utiliza para la elaboración del brandy y los vinos de Jerez.

Eso sí, en la propuesta que se dio a conocer ayer no se hace ninguna referencia específica o explícita a la continuidad de estas ayudas para la destilación con destino al mercado, como destacó ayer la misma Espinosa en una breve comparecencia con la prensa antes de encarar una intensa tarde de reuniones trilaterales que se alargaron hasta la madrugada.

Y es que la manera que la UE ha encontrado de permitir el mantenimiento de esos fondos es a través de los sobres nacionales, es decir, a través del presupuesto del que dispondrá cada país y que se distribuirá a criterio de los Estados después de una negociación interna durante los primeros meses del próximo año 2008.

Pese a todo, la titular del MAPA tenía razón ayer al hablar de avances en la nueva reforma. Y es que el cambio sustancial tiene que ver con el hecho de que en todos los textos anteriores, la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, había cerrado la puerta a que los fondos de ese cheque nacional se pudieran usar para pagar esas ayudas a la destilación. Ahora, sin embargo, se amplían las posibilidades de destino de ese presupuesto.

Al mismo tiempo, la OCM destaca la implantación de un pago directo por hectárea o superficie otorgado a los viticultores (al igual que se aplica en otros sectores agrícolas). Y según la ministra española, es precisamente esta neuva ayuda la que permitiría «compensar» la desaparición en la nueva reforma de otras anteriores como la de la destilación para alcohol de uso de boca.

Así, se confirma que esta reivindicación -uno de los objetivos fundamentales del Gobierno español durante la negociación- sólo tiene cabida en los sobres nacionales, tal como ya preveían desde un principio los productores de brandy de Jerez y como se barajaba desde el propio Ministerio de Agricultura.

De esta manera, también se confirma que Bruselas elude la toma de decisiones respecto a esta cuestión, y traslada al Gobierno español la responsabilidad de establecer el nuevo sistema de pago de estas ayudas a la destilación con destino al mercado.

Sea como fuere, lo cierto es que el documento aún no está cerrado, y para España, aunque la nueva propuesta responde a la mayor parte de sus peticiones y facilita que los Veintisiete consigan un acuerdo, la reforma aún debe «perfeccionarse», según declaró ayer la ministra de Agricultura.

Entre otras cuestiones, ni el Gobierno y ni el sector español acaban de entender que el texto de la OCM propuesto por la CE y la presidencia sí proponga mantener durante tres años más la llamada destilación de crisis, que en principio quería suprimir Bruselas, pero que no haga una referencia explícita a la destinada a alcohol de uso de boca. En concreto, España no está de acuerdo con que haya cesiones hacia otros productores (destilación de crisis en el caso de Francia), mosto (Italia) y que en el texto no haya referencia a esta demanda exclusivamente española y vital para el brandy de Jerez.

Y es que el texto nuevo apunta la continuidad de las ayudas al mosto, pero para ello señala que habría que contar con una partida extra de 132 millones de euros, con lo cual se recortarían las asignaciones nacionales. Para España, la alusión a las ayudas al mosto en la dirección de Italia es «asimétrica», según fuentes comunitarias.

Por otro lado, un grupo de países (Estonia, Malta, Eslovaquia, Holanda y Dinamarca) han criticado el impacto presupuestario de estas concesiones, mientras que Italia y Francia han pedido ampliarlas más.

Además de las cuestiones relativas a la destilación, el proyecto nuevo reduce los planes de arranque voluntario de viñas a tres años y fija un objetivo de 175.000 hectáreas de viñedo, frente a los cinco años y a las 200.000 hectáreas inicialmente previstos.

Asimismo, la presidencia y la CE proponen que los derechos de plantación que restringen el cultivo de viñas acaben al final de 2013, pero ofrecen que puedan continuar «a nivel regional» hasta el final de 2015.

España defiende que se recoja la posibilidad de que las denominaciones de origen puedan seguir regulando las plantaciones de viñedo; Francia, Rumanía, Alemania, Austria, Luxemburgo y Grecia han pedido atrasar aún más la liberalización de las viñas.

En palabras de la ministra, esta concesión regional para mantener los derechos hasta 2015 «no está clara jurídicamente» en el texto, que tampoco refleja adecuadamente la posibilidad de que las denominaciones puedan seguir limitando el cultivo de vid.

La CE y la presidencia han ofrecido permitir el añadido de azúcar al vino -chaptalización- en las regiones donde es habitual esta práctica, lo que supone una cesión a los países del norte, aunque deberán mencionar ese método en su etiquetado; Bruselas planteó inicialmente prohibirlo.

Esta exigencia de etiquetado ha irritado a un grupo de 12 países, encabezado por Alemania, que lo ve discriminatorio.

Dentro de las asignaciones nacionales, los países del Este y centro de la UE que se incorporaron desde 2004 han criticado que a la hora de repartirlas se tenga en cuenta el criterio histórico, que beneficia a España, primer receptor de los fondos de la OCM.

En esta tesitura, en la tarde de ayer se intensificaron las discusiones para llegar a un acuerdo, y hoy volverán a retomarse.

ppacheco@lavozdigital.es