CAMPAÑA. Ángel Acebes, en Ávila, junto a otros militantes del partido junto al autobús que usará el PP en su periplo electoral. / EFE
ESPAÑA

El PP intenta anular las presiones sobre la inclusión de Gallardón en la lista de Rajoy

Acebes recuerda a los populares de Madrid que a ellos no les corresponde decidir sobre esta cuestión No es un secreto la rivalidad entre el alcalde Madrid y la presidenta Esperanza Aguirre

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La dirección nacional del PP intenta neutralizar las presiones que ya arrecian a favor y en contra de la incorporación del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, a la candidatura de Mariano Rajoy a las elecciones generales. El secretario general, Ángel Acebes, recordó este lunes al presidente del comité electoral regional madrileño, Ignacio González, que no tiene la última palabra en la designación de los candidatos al Congreso y al Senado porque es asunto que se resolverá en el ámbito nacional.

«La competencia para la elaboración de las listas es del comité electoral nacional», afirmó Acebes en rueda de prensa, al tiempo que apuntaba el papel secundario que le corresponde al mismo órgano de Madrid, que es el que plantea -dijo- «sus sugerencias y a veces se tienen en cuenta y otras veces no». El número dos del partido puso así en su sitio a González que había expresado su deseo de que el comité nacional apruebe la propuesta del regional y aseguró que «Alberto (Ruiz-Gallardón) asumirá la decisión».

La adversaria Aguirre

Para nadie es un secreto en el PP que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, es la primera adversaria del alcalde y no ve con buenos ojos su presencia en la candidatura al Congreso. En ese contexto se interpretan las declaraciones de su hombre de confianza, el vicepresidente Ignacio González, en las que plantea inconvenientes a las aspiraciones de Ruiz-Gallardón, embarcado en una activa precampaña electoral en la confianza de que Rajoy le reserve un puesto en su lista.

A la movilización de Ruiz-Gallardón replicó ayer González, dispuesto a dar la última batalla con una apelación a los estatutos del PP que declaran incompatible la alcaldía y el escaño en el Congreso. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid -que suele ejercer de portavoz de Aguirre- evitó mencionar que las normas de funcionamiento de su partido prevén excepciones a la incompatibilidad mencionada «en supuestos extraordinarios», siempre que así lo decida el comité ejecutivo nacional. De hecho, cuando se aprobaron estos estatutos, la dirección del PP aplicó las excepciones a las alcaldesas de Málaga, Sevilla y Cádiz, Celia Villalobos, Soledad Becerril y Teófila Martínez, que encabezaron las candidaturas al Congreso en las elecciones de 1996. El silencio de Mariano Rajoy permite el enfrentamiento entre los dos sectores del PP madrileño, dividido entre los partidarios de Gallardón y sus detractores, agrupados en la mayoría que controla la organización regional bajo el liderazgo de Aguirre. Los seguidores de la presidenta temen que el líder del PP ceda a «la política de hechos consumados» que le plantea el alcalde, quien publicita desde hace meses su ambición por competir en el ámbito nacional. «Si Rajoy le pone en la lista es porque cree que va a perder las elecciones y le permite ir al Congreso para que sea su sucesor», ésta es la interpretación más perversa que hace un muy crítico detractor del edil madrileño.