«Del waterpolo me quedo con los amigos que he conocido»

-De no saber casi lo que es el waterpolo a ser uno de los veteranos del equipo.

-Pues sí. Este es mi cuarto año en el equipo y como dices, antes de practicar el waterpolo apenas lo conocía. Todo vino porque mis padres conocían a Ignacio, uno de los entrenadores del equipo, que les sugirió que jugara con ellos. Yo sólo lo conocía de verlo algunas veces por la televisión, pero ni sabía que en Jerez había equipo ni nada.

-Supongo entonces que sus comienzos fueron difíciles, ¿verdad?

-Al principio se me hizo duro, porque yo tampoco es que hubiera practicado mucho la natación. Sabía nadar, pero no en plan para competir. Cuando empecé, todos nadaban más y mejor que yo, pero poco a poco fui cogiendo el ritmo.

-¿Qué fue lo que más le llamó la atención del waterpolo?

-Sobre todo me llamó la atención la cantidad de competiciones que hay y lo activo del juego. Siempre estás en movimiento, no hay un momento para el respiro.

-¿Y qué es lo que le ha aportado fundamentalmente?

-Sobre todo amigos. Casi todos los que tengo se los debo al waterpolo. Todos los del equipo somos una piña y cada vez que salgo a dar una vuelta lo hago con ellos. Por otra parte, descubrí un juego muy divertido, desde mi punto de vista mucho más que el fútbol o el baloncesto, deportes que había practicado antes.

-Juega de cinco, ¿cuáles son sus funciones durante el partido?

-Por mi posición, el cinco se podría equiparar al extremo izquierdo, pero en el waterpolo no pasa igual que en el fútbol, que el extremo es el que ataca, porque en waterpolo todos atacan y todos defienden. Lo que sí podría destacar de mi posición es que en las contras yo soy el que tiene uno de los papeles fundamentales.

-Este sábado comienzan la fase final ante el Málaga. ¿Cómo la afrontan?

-Con muchas ganas. Nos vemos con muchas posibilidades de quedar entre los tres primeros y pasar a la previa para el Nacional, que la juegan ocho equipos. A partir de ahí, todo se complica.