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Cultura

'El orfanato' y 'Las 13 rosas' se disputan los Goya en un mal año para el cine español

Las cintas de Juan Antonio Bayona y Emilio Martínez-Lázar0 rivalizan por los principales premios con catorce nominaciones cada una

OSKAR L. BELATEGUI
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Televisión Española retransmitirá una gala presentada por José Corbacho como colofón a un año en que el cine español ha estado en la picota. El cruce de acusaciones a cuenta de la tramitación de la Ley de Cine y las patéticas recaudaciones en una temporada sin Almodóvar ni Amenábar sólo han pasado a segundo plano cuando El orfanato comenzó a llenar las salas. Más de cuatro millones de espectadores se han asustado con las enseñanzas de Belén Rueda en su internado para espectros infantiles, aunque el mérito del filme pasa por trascender del género de horror y emocionar con una poética reflexión sobre el mito de Peter Pan.

Su autor, Juan Antonio Bayona, se dispone a emprender una aventura americana que culminará probablemente en el Oscar: la Academia eligió El orfanato para representar nuestra cinematografía. No podrá presumir del Goya al mejor realizador, ya que está llamado a hacerse con el dirección novel. Su hueco lo ocupa Icíar Bollaín por Mataharis, que se las verá con Emilio Martínez-Lázaro (Las 13 rosas), Gracia Querejeta (Siete mesas de billar francés) y Jaime Rosales (La soledad). Quedan para las estadísticas que, por primera vez en la historia de los premios, dos mujeres compiten como realizadoras, un mero espejismo que no refleja el escasísimo número de mujeres cineastas.

Alfredo Landa, favorito

Pese al esfuerzo de producción por recrear el Madrid de la Guerra Civil, la crónica de las trece jóvenes fusiladas por el régimen franquista no conmovió a la crítica ni a sus 750.000 espectadores. También pasó como una exhalación por la cartelera Siete mesas de billar francés, otra crónica familiar de Gracia Querejeta protagonizada por mujeres derrotadas que buscan autoestima en unos billares de barrio. Por su parte, Jaime Rosales ya puede considerarse un triunfador sin ganar un solo Goya. Su retrato de personajes a la deriva se permite incluso dividir la pantalla en dos para seguir acciones paralelas, lo que su marciano director denomina polivisión. Según el ministerio de Cultura, 32.000 cinéfilos han comulgado son su credo.

A falta de otras emociones genuinas, los Goya 2007 podrán ser recordados como aquellos en los que la Academia reconoció toda una vida entre platós y premió, al fin, a Maribel Verdú. Su rival en Siete mesas de billar francés y Concha de Oro en San Sebastián, Blanca Portillo, no se lo pondrá fácil. Belén Rueda (El orfanato) y Emma Suárez (Bajo las estrellas), tampoco.

El apartado actoral masculino también puede deparar una noche memorable: Alfredo Landa, Goya de honor, figura como favorito por Luz de domingo, aunque el navarro gruñón se haya hartado de la desidia promocional de José Luis Garci y haya dicho que no recogerá un premio de sus manos. Sólo Alberto San Juan puede hacerle sombra por su esforzado papel de entrañable desastre humano en Bajo las estrellas, otro de los títulos reivindicado por los Goya.

Medem se va de vacío

El recuento de nominaciones depara malévolas conclusiones. Julio Medem y su Caótica Ana se van de vacío. Ni siquiera su protagonista, Manuela Vallés, se cuela entre las actrices revelación, donde sí figura la donostiarra Bárbara Goenaga por la delirante Oviedo Express. Imanol Uribe debe conformarse con una mísera candidatura por el guión adaptado de La carta esférica, que pese a las desganadas críticas no fue del todo mal en taquilla.

De portazo al cine europeo se ha calificado la decisión de suprimir el Goya a la mejor película europea, que ninguno de los galardonados había venido a recoger desde que se instauró en 1993. Con nula repercusión en taquilla, la supresión de esta categoría servirá para ganar agilidad en una ceremonia donde sí se entregarán los tres premios al mejor corto.

Claro que para peculiaridades de los Goya, el de mejor película extranjera de habla hispana. De las cuatro nominadas, sólo una figura como estrenada: Mariposa negra, de Pancho Lombardi.