Ideas contra la indiferencia
Desde que asumió el poder en 1969, el controvertido líder libio, Muammar Al Gadafi, ha unido a su extravagante modo de vida un sinfín de ideas para todos los gustos, desde su deseo de abolir el Mundial de fútbol porque propaga «conductas degeneradas» y constituye «un peligro mortal» hasta una de sus tesis preferidas: «Jesucristo ni murió ni fue crucificado».
Actualizado:La apertura de Libia al mundo en el año 2000 tras la retirada de las sanciones de la ONU ha permitido a Gadafi, tanto en sus intervenciones públicas como en su portal digital (www.algathafi.org), difundir a la opinión pública global sus peculiares planteamientos.
Su última aportación fue hace apenas diez días, en la Cumbre UE-África de Lisboa, donde cobró protagonismo con una sentencia provocadora: «Dadme 1.000 millones de euros y os prometo que no os exportaré inmigrantes».
En su web y en siete idiomas, Gadafi promueve, por ejemplo, la creación de Isratina, un estado único para israelíes y palestinos que, en su opinión, supondría la «solución histórica fundamental» al conflicto de Oriente Próximo.
Estados Unidos de África
Al repasar otras cuestiones de la agenda global, apuesta por unir las dos Coreas para poner punto final al programa nuclear de Kim Jong-il, hacer de la ONU un Parlamento Mundial, suprimir las Cortes de Justicia internacionales -que tacha de «ilegales»- o fundar los Estados Unidos de África.
En su defensa de la creación de un solo Gobierno para todos los africanos, no duda en afirmar que las elecciones se han convertido en este continente en «golpes de estado» de naturaleza «civil».
A pesar de que comenzó siendo un ferviente defensor del integrismo islámico, Gadafi , que es ahora uno de los principales objetivos de Al Qaeda, sostiene que el «nuevo califato» de Osama Bin Laden es «una desviación de la fe», porque «Dios no le ha dicho que lo haga». También advierte del avance del islamismo radical en Turquía para convertir esta nación en su «caballo de Troya» dentro de la UE.
Perseguido en los años ochenta por los gobiernos de Ronald Reagan -que llegó a bombardear Trípoli en 1986-, Gadafi siempre ha defendido que «la CIA creó el virus del SIDA manipulando monos africanos». Veinte años después, el líder libio ha pasado de ser el enemigo a un aliado estratégico y económico de la Administración Bush, y ha normalizado sus relaciones con el el Reino Unido.
Reconocido admirador del Che Guevara, Gadafi expande actualmente su red de socios por todo el planeta. Entre ellos, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el de Nicaragua, Daniel Ortega.